En ningún otro lugar del Estado de México la vida es tan complicada como en Tierra Caliente. En Tatlaya, Amatepec, Tejupilco, Luvianos, Zacazonapan, Texcaltitlán, Zacualpan, Alquisiras, Sultepec y Santo Tomás de los Plátanos, lo cotidiano es sobrevivir. Son más de 300 mil mexiquenses que viven permanentemente con miedo, entre dificultades y desamparados. En este territorio la gobernabilidad es una quimera y el Estado una entelequia. Una de las grandes deudas del delmacismo es, sin duda, con el sur.
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En la anterior legislatura -la LX- Morena y aliados tenían mayoría absoluta y, por tanto, poder para reformar hasta la Constitución si así hubieran querido. Pero decidieron no hacerlo. Dejaron intocada la arquitectura del régimen priista. Pudieron, entonces, aprobar los matrimonios igualitarios y despenalizar el aborto, pero lo evitaron traicionando la agenda liberal y progresista por la que accedieron al poder. Que lo hayan hecho ahora, fue producto de la presión social, no por su voluntad política.
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Que los diputados del PAN hayan optado por abstenerse algunos y, desaparecer otros, documenta el distanciamiento entre este partido al que siempre se ha ubicado ideológicamente en la derecha, en el conservadurismo y la Iglesia Católica. Al menos claramente en el Estado de México y de cara al proceso electoral por la gobernatura. Siempre se ha pensado que el clero y el PAN coinciden políticamente, pero algo ha sucedido, enfriando relaciones.
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Hoy también quedó claro que las buenas relaciones y las coincidencias son entre el PRI y la Iglesia Católica. No fue una casualidad la visita del gobernador Alfredo del Mazo y su breve reunión con el papa. Tampoco, que todos los diputados locales priistas votaran en contra de la iniciativa de matrimonios igualitarios.
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El próximo lunes en el Conversatorio AD el nuevo representante de Morena ante el IEEM y hombre de confianza de la maestra Delfina, Francisco Vázquez. Si alguien conoce los intríngulis de la política local y sus vericuetos, es precisamente él. Lunes 7 de la noche en punto. Envíen de una buena vez sus preguntas y comentarios. El Conversatorio es de la gente y para la gente.