En pobreza laboral 4 de cada 10 mexiquenses
Por: Jeanette Estrada
En el Estado de México, 38.3 por ciento de la población se encontraba en pobreza laboral en el segundo trimestre de 2021, lo que significa que 4 de cada 10 tienen un ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria, según estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
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¿Qué es la pobreza laboral?
La pobreza laboral es cuando el ingreso no alcanza para comprar la canasta alimentaria; es decir, que el salario es insuficiente para adquirir los alimentos básicos: arroz, frijol, carne, huevo, tortilla, entre otros.
En el Edomex el ingreso laboral per cápita fue de mil 841 pesos durante el segundo trimestre del año. Sin embargo, hasta noviembre de 2020, la canasta básica tenía un costo de mil 676 pesos por persona.
La pobreza se agudiza cuando el sueldo es insuficiente para pagar la canasta alimentaria más los servicios básicos como luz, agua, vivienda y transporte. El Coneval estimó que la cobertura de alimentación y servicios costaba, hasta el 2020, 3 mil 296 pesos por persona.
Cabe resaltar que la población en situación de pobreza es la que presenta por lo menos una carencia social, que puede ser: rezago educativo, acceso a servicios de salud, disponibilidad de seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en el hogar y acceso a la alimentación; es decir, cuando el ingreso económico es insuficiente para satisfacer las necesidades alimentarias y no alimentarias.
Rueda Libre, una alternativa a la precariedad laboral
Los trabajadores se enfrentan a la precariedad laboral cuando tienen salarios mínimos, carencia de seguridad social, contratos temporales, extensión de las jornadas laborales o dificultada pata conseguir empleo. Es decir, no tienen garantía socioeconómica de una vida para cubrir alimentación y servicios de ellos y su familia.
De enero a marzo, 40.4 por ciento de la población estaba en pobreza laboral en el Edomex. Aunque la cifra del segundo trimestre presenta una disminución, no es significativa si la comparamos con cifras del 2019, cuando había 36.8 por ciento en esta condición. Es decir, que la pobreza laboral aumentó en los últimos años.
Por ello, jóvenes de Toluca crearon una alternativa económica para enfrentar la falta de oportunidades laborales y la precariedad en la entidad. Un proyecto autogestivo de bicimensajería que lleva por nombre Rueda Libre.
El proyecto surgió como una alternativa al desempleo que enfrentan sus integrantes ––que se profundizó con la pandemia y el confinamiento obligatorio por el covid-19––, explica Alejandro, integrante de Rueda Libre en entrevista para AD Noticias.
“Rueda Libre surgió entrando al contexto de la pandemia, porque cerraron muchos lugares. Yo perdí mi trabajo y el otro compañero (…) dejó de recibir trabajo en su taller de serigrafía ––por el cierre y todas las medidas de salud––. Eso nos dio pie a ver la necesidad de crear este proyecto”, señala.
Alejandro explica que las mujeres de los bazares son quienes solicitan sus servicios con mayor regularidad, por lo que gracias a las mujeres que venden ropa, maquillaje u otros artículos personales es como han generado ingresos.
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«Somos dueños de nuestro trabajo»
La principal diferencia entre un bicimensajero de Rueda Libre y un repartidor de aplicación es que no deben entregar comisiones a una empresa y son dueños de su trabajo. Sin embargo, se enfrentan a las mismas condiciones de precariedad que los repartidores.
“Somos dueños de nuestro trabajo, no le damos comisión a nadie. No tenemos nada en común con las aplicaciones, pero sí tenemos [condiciones] en común con los repartidores de esas aplicaciones, que es el riesgo en las calles, la precariedad, porque no ganamos más que ellas y ellos”, precisa Alejandro.
Aunque Rueda Libre surge como una alternativa al desempleo y ha brindado trabajo a un grupo de jóvenes, los ingresos que obtienen son insuficientes para sostener la vida, por lo que han tenido que recurrir al apoyo de sus familias, señala Alejandro.
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Además, de que los ingresos por entregar paquetes son insuficientes para mantenerse sin apoyo, no cuentan con seguridad social, servicio fundamental ante el peligro de trasladarse en bicicleta por la ciudad.
“Quienes vivimos la precariedad nos sostenemos desde las relaciones familiares y de los vínculos solidarios, [el proyecto] nos dio pauta para poder comer o solventar ciertos gastos, necesidades básicas, pero no podríamos solventar toda una vida”, explica el bicimensajero de Rueda Libre.
Los riesgos de viajar en bici en Toluca
El trabajo diario de bicimensajería implica un riesgo en sí mismo, debido a las distancias que recorren los mensajeros en sus bicicletas, lo que se agrava debido a la nula infraestructura en materia vial.
“Recorremos grandes distancias, vamos de un lugar a otro. Ocupamos las calles […] tomamos un carril, tenemos que luchar diario con el odio de muchísimos automovilistas que quieren sacarte de las calles. En ese intento somos susceptibles de que nos atropellen y que podamos morir”, explica Cristhian, otro integrante de Rueda Libre.
Cristhian tuvo un accidente el 12 de mayo; fue atropellado ––mientras trabajaba–– por un vehículo en Metepec. Explica que pudo morir, pero el casco lo salvó, por lo que a partir de esas experiencias los integrantes de Rueda Libre han tomado medidas para hacerle frente a los riesgos.
Sin embargo, no solo se enfrentan a la lucha diaria con los automovilistas, sino a las adversidades del clima y las malas condiciones del aire en Toluca, ya que los cambios de temperatura, trabajar bajo la lluvia y respirar aire contaminado ha deteriorado su salud.
Por esta razón, han incrementado los costos de sus tarifas si la entrega debe realizarse cuando está lloviendo o cuando los paquetes superan el peso establecido.
