Endeudar al Edomex, política priista con escasos estudios y controles de las legislaturas: investigador

Endeudar al Edomex, política priista con escasos estudios y controles de las legislaturas: investigador
La entidad ha incrementado su deuda a niveles históricos con la aprobación de la legislatura

Los gobiernos del PRI en Edomex –y a nivel nacional– han mantenido una agenda de endeudamiento estatal que han sabido sostener pese a la presencia de Legislaturas de oposición. Se trata de una política de la que existen escasos estudios y controles, que en los últimos cinco años ha derivado en el incremento de la deuda en un 46 por ciento.

Así lo señaló en entrevista el investigador y docente Mario Joel Ramírez Hernández, quien ha dedicado parte importante de sus trabajos en el estudio de las deudas de las entidades. Entre ellos su tesis doctoral, que realizó en la Facultad de Ciencias Políticas de la UAEMex, una de las escasas investigaciones del tema.

“En los procesos de deuda desde el año 2000 al 2021, el PRI es de los partidos que tienen mayor enfoque en el endeudamiento, siempre es parte de su agenda. Son los partidos que incluso con gobierno unificado o gobierno dividido, o sea, con mayoría o sin mayoría en la Legislatura ellos consiguen que se apruebe la deuda”, manifestó.

El Edomex ocupa el tercer lugar en la lista de estados endeudados

Su postura permite comprender mejor el proceso por el que en cinco años el gobierno de Alfredo del Mazo creció su deuda en 18 mil 339 millones de pesos. Un aumento con el que Edomex subió del quinto al tercer lugar como la entidad del país más endeudada.

“Las legislaturas han demostrado muy pocas capacidades para controlar a los gobernadores y en segundo lugar muy poco interés, porque en la aprobación del presupuesto, que es donde viene la aprobación de la deuda no ha habido la minuciosidad (…). También se le suma que las condiciones en las que los legisladores tienen que hacer revisión de los procesos crediticios del gobernador son muy débiles. Se les da muy poco tiempo para revisar el presupuesto de egresos, solamente pueden hacer cambios y se tiene que devolver”, expresó el doctor Joel Ramírez.

También señaló que dado que los gobernadores tienen la posibilidad del veto, el contrapeso de las Legislaturas se hace más difícil. Por ello, el único mecanismo de regulación recae en la ley de las Entidades Federativas y los Municipios.

“La deuda ha funcionado muy a capricho y a servicio de los gobernadores y no ha tenido un monitoreo local como debe de ser que se supone que es el mejor monitoreo que se debería de tener. Tanto así que la única forma de estabilizar las acciones crediticias de los gobernadores es a través de una ley federal. O sea, es bueno que la ley de disciplina financiera, las entidades y municipios haya funcionado, pero no es tan bueno si nos ponemos a pensar que se tuvo que crear una ley para que supla las funciones que deberían de tener las legislaturas”.

Esta ley establece como mecanismo de control un semáforo de alertas de endeudamiento. Sin embargo, para el investigador es un proceso muy técnico financiero que no mantiene minuciosidad en el empleo de la deuda.

Escasos estudios y controles

En sus investigaciones, el académico señala que existen escasos estudios sobre la deuda estatal. A esto se suman, los controles limitados de las auditorías de cada entidad y la falta de estándares en los procesos que realiza cada entidad.

“Descubrimos que hay algunas que son muy minuciosas con el trabajo del gobernador otras son muy hostiles, pero la mayoría de las auditorías superiores de las entidades federativas se limitan a cumplir su trabajo de entregar las cuentas, entonces aunque haya transparencia, no necesariamente significa que haya control”.

En cuanto al nivel de endeudamiento en Edomex, el investigador detalló que aunque se trata de un nivel histórico, no se ha descontrolado. No obstante, de no existir la vigilancia adecuada, el riesgo se mantiene.

“Es un endeudamiento que si no se cuida, si no se vigila, si no se cuenta con las instituciones adecuadas para su vigilancia, se puede descontrolar. Entonces (…) creo que se ha convertido en un recurso muy usado por los gobernadores. No es algo tan grave todavía, pero si las instituciones que lo deben de cuidar y de vigilar no cuenta con las capacidades para mantenerlo estable si se puede salir de control”, concluyó.