Como parte de su Plan de Desarrollo Estatal, el Gobierno del Estado de México (GEM) se plantea atender la demanda de agua, que en los últimos años se ha incrementado de manera insostenible.
De acuerdo con datos del propio GEM, en el 2018, el 57.8% de la población mexiquense tenía disponibilidad diaria de agua, el 22.8% cada tercer día y 19.3% una o dos veces por semana y para 2022, hubo una disminución al 51.7% que tenía acceso diario y un aumento del 25.5% de quienes solamente cuentan con accesibilidad una a dos veces por semana.
Por ello, propone un nuevo modelo de gestión del agua, con el cual pretende remediar el mal manejo que se ha dado a este recurso para las diversas actividades humanas.
En tanto, señala que prácticas como un inadecuado tratamiento, un uso agrícola ineficiente, mala disposición final o reúso, y el cambio en los patrones de recarga de agua subterránea y retención de humedad en la capa forestal, han comprometido la disponibilidad de agua para las y los mexiquenses, tanto en calidad, como en cantidad.
Estatus del Agua en el Edomex
El Gobierno mexiquense detalla que el Estado de México posee el 1.05% del agua dulce total disponible en el país, equivalente a 4 mil 786 hm3 de agua renovable; sin embargo, debido al paradigma extractivo, lucrativo y no sostenible en la gestión del agua, la disponibilidad de esta ha disminuido a 268 m³ por habitante al año, mientras que la media nacional es de 3 mil 586 m³ por habitante al año, lo que posiciona al Edomex en penúltimo lugar nacional, únicamente superado por la Ciudad de México con 73 m³ por habitante al año.
Asimismo, señala que la baja disponibilidad de agua se aprecia con mayor claridad en los municipios más poblados y con desarrollo de actividades económicas, como: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Toluca, Naucalpan y Tlalnepantla.
Causas de la escasez
De acuerdo con el Gobierno del Estado de México, la principal causa de este fenómeno radica en la disminución crónica de la precipitación en las presas de abastecimiento, lo que ha reducido notablemente el suministro de agua del Sistema Cutzamala.
Indica que desde 2022,las tres principales presas del Cutzamala (Valle de Bravo, Villa Victoria y del Bosque) se encuentran en menos del 50% de su capacidad, incluso al inicio de 2024, el caudal de abastecimiento del Sistema Cutzamala disminuyó de 14.8 a 8.2 m3/s.
No obstante, señala otras causas de la escasez como:
- Menos agua de lluvia. En 2022, la entidad recibió 583 mm de aguas de lluvia de precipitación media anual, 20% menos que en 2021, que fue de 727.8 mm, afectando al 87% de los municipios con algún grado de sequía ocasionando pérdidas de cultivos, muerte de ganado, incendios forestales y escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos.
- Déficit de las cuencas. El 60% del agua renovable de la entidad proviene de 25 cuencas hidrológicas. Actualmente, 11 de estas tienen déficit.
- Sobre explotación de acuíferos. El otro 40% del suministro total de agua en la entidad viene de la extracción en nueve acuíferos estatales, de los cuales 6 han sido sobreexplotados, como consecuencia de compartir agua con Guerrero, Hidalgo, Morelos y Ciudad de México, siendo la crisis más severa en los de Texcoco (77.1% de extracción) y Valle de Toluca (42.2% de extracción).
- Contaminación del agua. Desde 2017, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) encontró que 48 estaciones del Valle de México y 44 de Lerma-Santiago-Pacífico están altamente contaminadas.
- Infraestructura obsoleta e insuficiente. La dotación de agua es menor, pues se pierde aproximadamente el 40% del agua potable por fugas.
- Huachicoleo. La escasez también ha dado origen a esta nueva forma de delito que se ha extendido rápidamente en la entidad. Según la Plataforma Periodística de las Américas (CONNECTAS), las ganancias económicas por el contrabando del agua en el Estado de México, se han estimado en 160 mil pesos mensuales por «huachicolero» .
Propuesta de solución
La administración de Delfina Gómez Álvarez considera imperativo priorizar y enfocar los esfuerzos en una planeación estratégica sostenible en el corto, mediano y largo plazo, con los objetivos de recuperar la calidad ambiental necesaria para salvaguardar las fuentes de abastecimiento de agua en el futuro, para la sociedad y los ecosistemas, así como de buscar fuentes renovables sin afectar otras cuencas.
Por lo anterior, propone el modelo del Nuevo Paradigma del Agua del Estado de México, con un enfoque ecosistémico de cuenca y de derechos humanos, que busca recuperar el equilibrio entre la disponibilidad y la demanda de agua para los diferentes usos, priorizando el consumo humano y ecológico, así como la corresponsabilidad ciudadana en su gestión, considerando los derechos de los pueblos originarios.
Asimismo, marca el inicio de la transición del Edomex hacia la neutralidad de carbono, pues refiere que al priorizar la eficiencia en el uso del agua y promover su conservación, se reduce indirectamente la dependencia de los combustibles fósiles, disminuyendo a su vez, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estrategias
El objetivo central de este nuevo modelo es garantizar el Derecho Humano al agua, en forma sustentable, suficiente, salubre y asequible, así como preservar el equilibrio hidrológico.
Para ello, se han diseñado 6 estrategias:
- Estrategia 1. Aumentar la oferta de agua e impulsar alternativas para las localidades sin abastecimiento de agua segura.
Entre las líneas de acción para llevarla a cabo se encuentran: concluir las macro obras destinadas a la distribución del líquido en la región oriente del Valle de México, establecer un plan de acción para identificar y reparar de manera inmediata las fugas en la infraestructura hidráulica, enfocándose en áreas críticas, promover el «Compromiso con el Agua» con las empresas, para disminuir su consumo y gestionar ante la autoridad federal un trato justo y compensatorio a la entidad, que le dote del 50% del caudal total, cuando la extracción del agua sea en su territorio.
- Estrategia 2. Implementar obras de saneamiento, así como fomentar el reúso y el intercambio de agua de primer uso por agua residual tratada.
Para este fin, se establece iniciar programas de saneamiento de cuerpos de agua de la entidad, disminuyendo gradualmente las descargas de aguas negras, hasta su eliminación e implementar un programa emergente de recuperación de las plantas de tratamiento.
- Estrategia 3. Aprovechar el agua pluvial y fortalecer la resiliencia de las comunidades ante el cambio climático.
Se busca diseñar un plan estatal para la recuperación de agua de lluvia, que evite su mezcla con los drenajes sanitarios y la canalice a la inyección de mantos acuíferos para su recarga.
- Estrategia 4. Implementar planes de gestión integral del recurso hídrico para la recuperación de las cuencas.
Algunas líneas de acción serían: operar el Programa Hídrico Integral y Planes Estratégicos de Restauración integral regional con enfoque de cuenca, promover la recarga de mantos acuíferos y el uso sostenible de las aguas subterráneas y colaborar en la recuperación de los bosques como proveedores de agua.
- Estrategia 5. Fortalecer la normatividad vinculada al derecho al agua, los Consejos de Cuenca y la coordinación interestatal.
El objetivo es mejorar la comunicación y coordinación entre la autoridad estatal, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), la CONAGUA, las autoridades municipales y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, así como establecer mecanismos de participación como Consejos Locales, Comités de Usuarios de Agua o consultas públicas con los diferentes sectores (social, económico, de la sociedad civil y académico) para la toma de decisiones sobre políticas y acciones hídricas. Asimismo, erradicar las tomas clandestinas de agua y el tráfico ilegal de este recurso, estableciendo sanciones para desincentivar prácticas nocivas.
Estrategia 6. Implementar programas de concientización y capacitación sobre el uso sustentable y racional del agua.
Para lograr esta estrategia, el GEM plantea crear y difundir materiales educativos interactivos y accesibles que aborden el uso racional del agua, destacando prácticas de conservación, reúso y responsabilidad; organizar foros, seminarios y talleres presenciales y virtuales sobre la innovación científica y tecnológica para la gestión del agua; realizar campañas de alfabetización hídrica para fomentar la corresponsabilidad ciudadana y generar mecanismos para la promoción e impulso de proyectos sociales sustentables asociados al manejo hídrico ambiental.