Qué tal. Deseo que estén muy bien y que me acompañen en esta columna porque he quedado sorprendida con la exposición «Estética insurrecta», así es, de la artista, curadora y docente Viviana Martínez. Definitivamente, me encantó porque reflexiona sobre las utopías ideológicas, políticas y sociales influidas por el anarquismo y el feminismo contemporáneos.
Son cinco ejes temáticos que retratan muchos, muy variados e importantes momentos de acciones que se realizan durante las protestas sociales que suceden en distintos lugares de nuestro país, pero también de Latinoamérica, en fechas como el 8M o el 25N.
Mi sorpresa no es por descubrir algo nuevo, nace de ver literalmente la fuerza que emana de la cobardía, nace de ver los golpes que se imponen a objetos, no a personas, nace de ver que lo que yo siento como mujer, está plasmado en esas obras de arte y son ellas, la voz de muchas, de todas.
Debo confesar que otra mitad de mi sorpresa fue observar las reacciones de las personas que compartían conmigo las salas, por ejemplo en la que se habla de «Rabia vs Indiferencia» compuesta por piezas de aluminio y de madera en donde se proyecta un video que estremece, las personas entraban platicando y de repente todo era un silencio brutal, como en sí en su interior retumbara el grito de las mujeres que desesperadas claman justicia ante las muertes de sus hijas, hermanas, amigas.
En el espacio titulado «Brillanteada», la calma vuelve para comprender que hay escultura y obra bidimensional geométrica con brillantina que indica los colores que pertenecen a la identidad de género por medio de sus banderas, de las disidencias sociales e ideológicas en el movimiento feminista y la comunidad lgbt+, como símbolo de la lucha contra las violencias hacia estas.
En el «Ritual de la Capucha», se exhiben esculturas en cerámica de baja temperatura y pasamontañas intervenidos. Todas estas capuchas coloridas, con flores, con elementos que marcan la diferencia de ser obscuro y ser lleno de vida que se oculta como resistencia.
Muchos son los óleos y acrílicos que detallan sororidad mientras se camina codo a codo con mujeres que no conoces, pero te sientes segura. Es el conjunto de obras con diversas palabras que buscan hacer una propaganda masiva de la inconformidad de las mujeres ante las posturas violentas y represivas, esto es develado en: «El gesto y la palabra como armas».
Para finalizar el «Bloque Negro» es obra gráfica y fotografía resultado de estos movimientos y de rostros, brazos, cuerpos que se sostienen buscando un mismo fin, sentirnos seguras y libres. Se demuestra la forma e intensión de cuando se intervienen paredes, inmuebles, mobiliario urbano y vallas de seguridad.
Les invito al Museo Galería Arte Mexiquense Torres Bicentenario, que abre sus puertas a «Estética Insurrecta», que muestra la belleza en esa sublevación ante la autoridad cuando no hay respuestas.
No seamos indiferentes. Nos vemos la próxima.