Experimentación del sonido, ¿cómo se escucha el mundo?

El paisaje sonoro se relaciona con todo lo que conforma el medio ambiente: sonidos naturales, humanos o de otro tipo que suceden en una temporalidad

El ruido también forma parte del entorno; es un elemento que habla del momento histórico. Alguna vez los motores sustituyeron a los cascos de los caballos o a las carretas, antes de ese instante, en el siglo XIII, dicho ruido no formaba parte del catálogo de lo que se escuchaba.

Esta reflexión a propósito de lo que es un paisaje sonoro, el ruido y los sonidos fue abordada por Cecilia Juárez y Lorena Romero en el marco del Word Fest 3.0 organizado por la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México, una presentación en la que se ofrecieron referencias históricas de estos conceptos.

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Cecilia Juárez y Lorena Romero –escritoras y locutoras– mostraron al público algunos fragmentos de las piezas de Luigi Russolo –quien explora el concepto del paisaje sonoro– y de otros personajes que trabajaron con los sonidos y los ruidos. Un breve paseo histórico de los sonidos concebidos como paisajes sonoros.

Durante la presentación se plantearon preguntas como la existencia del silencio y la opinión de John Cage, quien señala que el silencio es una construcción social.

La música

En algún momento la sociedad se preguntó si la producción de Beethoven o de Wagner era música, Lorena Romero se refirió a Jacques Attali y a su concepción de la música como “un ruido al que se le ha dado forma a través de un canon”, por este es que cada música tiene a sus escuchas.

A finales del siglo XIX y principios del XX la música llegó a la repetición a través de los discos y a la relación de esta con la industria y la generación de recursos económicos.

Lorena habló de Pierre Schaeffer –compositor francés autor de “Sinfonía para un hombre solo”– quien es considerado el creador de la música concreta. Ambas presentadoras fueron intercalando su discurso con fragmentos y explicaciones de algunas piezas.

La poesía sonora

La poesía posee algunos elementos que la hacen ser, precisamente, poesía, es el caso de las figuras retóricas o la diversidad de significados –denominada polisemia– y el ritmo o la musicalidad. En este entendido, explicó Cecilia Juárez, se puede hablar de la poesía sonora como en una deconstrucción de elementos que mantiene la importancia de las palabras para recuperar y jugar con el sonido. Para ejemplificar hizo sonar un poema de Ricardo Castillo.

El paisaje sonoro

El paisaje sonoro se relaciona con todo lo que conforma el medio ambiente: sonidos naturales, humanos o de otro tipo que suceden en una temporalidad, esto es, cómo se escucha el mundo.

Lorena Romero se refirió también a las “marcas sonoras”, lo que se percibe en los mencionados paisajes sonoros. Habló de los sonidos que están en peligros de extinción, que dan cuenta de lo que había y ya no existe; por ejemplo un río que ya no está o un bosque al que ya no llegan los pájaros.

Esta conversación –que fue un recorrido por distintos conceptos del ruido y el sonido, así como de algunos conceptos y autores involucrados– permitió al público hacer una reflexión en torno a lo que, en términos de sonido, sucede en el entorno. Una muestra de experimentaciones que –lejos de compartir el gusto o no por ellos– expanden, como mencionó Cecilia Juárez, los límites de cada una de las artes.

El denominado Word Fest 3.0 continuará con actividades como el conversatorio “Escritura y literatura digital” en el que participarán Alberto Chimal y Yásyana Aguilar; se llevará a cabo el jueves 29 a las 17:00 horas y se transmitirá por las redes sociales de la Secretaría de Cultura.