Este martes de nueva cuenta el periódico Reforma exhibe a la hermana y cuñado de Luis Miranda. En primera instancia se reveló que familiares del titular de Sedesol vendían combustible robado, sin embargo, esta mañana destapan más irregularidades pues además de la venta de huachicol, se daban litros incompletos y contaban con un “historial de sanciones”.
Registros de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) apuntan que desde 2014 las gasolineras de María del Carmen Miranda Nava, hermana de Luis Miranda y Ricardo Víctor Mercado Galán, cuñado de éste, cuentan con irregularidades para despachar.
Este año sancionaron la estación Servicio M y M S. A de C. V por encontrar irregularidades en una manguera pues le encontraron deficiencias. Cabe señalar que en esta gasolinera se detectó también que se cargaba combustible robado.
Durante 2016 en Metepec, la Profeco inmovilizó 4 mangueras por errores en la medición y despacho del combustible. Este mismo establecimiento registró en 2014 mediciones distintas en una misma manguera al realizar 3 despachos.
El mismo caso se presentó en la gasolinera ubicada en la carretera Tenango-La Marqueza durante este año pues, al hacer tres despachos con la misma manguera, la cantidad de combustible varió en cada prueba.
Ante las evidencias, Reforma buscó la versión de Pemex, sin embargo, no se han tenido pronunciamientos al respecto.
Luis Miranda Nava no es cualquier hombre en el mundo de la política; es uno de los hombres más cercanos al presidente Peña y tendrá un poder incólume con Alfredo del Mazo.
Cobró fuerza desde el gobierno de Arturo Montiel, cuando se especuló ser su prestanombres y es que por esos días se le documentaron más de 123 propiedades a él y su familia; pero se consolidó en el gobierno de su hoy compadre.
Luego de su desafortunada candidatura por la alcaldía de Toluca en 2006, lo consolaron con la subsecretaria General de Gobierno y luego secretario General para convertirse en el hombre más poderoso de la entidad.
Ya en los Pinos, Peña no se olvidó de él y primero lo nombró subsecretario General de Gobierno Federal y más tarde secretario de Desarrollo Social.