Fan ID, Negocio e Impunidad (segunda entrega)

Su principal función es cerciorarse de que el “Pedro Pérez”, el que aparece en la foto del Fan ID, sea el “Pedro Pérez” que esté ingresando al estadio

La semana pasada tras publicar la primera entrega de esta serie sobre las graves dudas en la operación, y las acusaciones sobre falsificaciones desde que se implementó el Fan ID en la Liga MX, recibí de inmediato comunicaciones vía redes sociales y correo electrónico, tanto de Doña Fede como de Sugeli Téllez, gerente de relaciones de la empresa INCODE, quien tiene contrato con la Federación Mexicana de Futbol para la aplicación de esta tecnología.

En estos correos que agradezco, no desmienten los dichos o declaraciones del líder de «La Resistencia» como tal, que fueron reproducidas en la primera entrega, donde habla de falsificaciones, de fotografías de barristas “vetados” o bloqueados por el Fan ID, que como celebridades y con total impunidad aparecen en sus redes sociales, presumiendo su asistencia a los juegos a pesar del “impedimento”.

Identificar agresores no es prioridad

El pasado 08 de marzo, INCODE nos envió una carta de aclaración o postura para que tuviéramos un mayor contexto sobre el funcionamiento de la tecnología que le vendieron a Doña Fede. De entrada y en su primer punto dejan en claro que «El Fan ID únicamente verifica la identidad de los asistentes en el acceso a los estadios. Hasta este momento, su objetivo prioritario es confirmar la identidad de cada asistente durante el ingreso…” La pregunta es ¿de qué tanto sirve esto?

Ellos aseguran que su principal función es cerciorarse de que el “Pedro Pérez”, el que aparece en la foto del Fan ID, sea el “Pedro Pérez” que esté ingresando al estadio, esa es su prioridad; no necesariamente, como muchos erróneamente suponíamos, serviría para identificar plenamente a quienes comenten actos de violencia en el estadio, lo cual sigue sucediendo de manera constante. Aunque párrafos más abajo, de manera velada, señalan que ya hasta han identificado personas con comportamiento inadecuado dentro de los estadios, pero que no comparten de manera pública la información de quiénes han sido vetados. Algo que parece más de casualidad que una forma de operar, y que debería existir con cara tecnología.

30 vetados, cifra ridícula

INCODE, en su aclaración, tampoco precisa el número de aficionados vetados o bloqueados a petición de la Liga MX. Sin embargo, Doña Fede, en el documento que nos compartieron, con cifras propias, señalan que a partir de la implementación del Fan ID y en lo que respecta al año 2023 se bloquearon 30 Fan ID de aficionados por conductas que violentan el orden en los estadios.

¿No se le hace un número paupérrimo que solo 30 aficionados hayan sido bloqueados o vetados por actos de violencia en los estadios? No sé a ustedes, pero a mí se me hace una cifra ridícula ¿Cuántas broncas se pudieron observar en videos en redes sociales el año pasado? ¡Muchísimas! ¿Solamente pudieron reconocer a 30 aficionados violentos?

Si es real la cifra que da la propia Federación, debemos de concluir que el Fan ID es una broma. Que sirve de muy poco o nada, pues personajes como Jesús Fraga, barrista de «La Adicción» que casi mata a un paramédico el año pasado, aparece en el estadio sin problema alguno, así como muchos otros, y eso es real y tangible en las redes sociales ¿Y el Fan ID y el veto? ¿No lo detectaron o por qué y cómo sigue ingresando?

Números sin sustento

Las cifras que nos envió Doña Fede simplemente no cuadran. Por un lado, afirman que solo se bloquearon 30 Fan ID o aficionados, pero en otra carátula de la misma presentación señalan que desalojaron a mil 762 aficionados por mal comportamiento, que de estos 357 fueron detenidos —que quiero imaginar que si fueron detenidos, fue por ser detectados en actos más violentos—. Entonces, ¡por qué demonios solo vetaron A TREINTA AFICIONADOS! No es ni el 10% de los que detuvieron. Simplemente NO hay lógica que sustente los hechos con los números.

Evidentemente en la operación del Fan ID hay muchísimos fallos. La tecnología fue vendida directamente a la Federación, la aportación de cada club es contratar, de manera independiente, generalmente a través de otras empresas, partido a partido, al personal que verifica los ingresos a las entradas de los estadios.

Pocos controles

En la mayoría de los estadios, quien verifica el Fan ID no es personal del equipo local ni de INCODE. Los dueños de la tecnología se encargan de capacitar, en una charla de 30 minutos, a los elementos que revisarán el Fan ID, mismos a quienes entregan un celular con la aplicación para verificar el Fan ID de los aficionados en las entradas de los estadios. En la mayoría de los casos, el club contrata a una empresa, que a su vez contrata al personal que cambia de manera constante.

Cada verificador de Fan ID recibe entre 250 y 300 pesos por partido, pagados en efectivo antes del final del partido y cuando entregan el celular con el que revisaron. Dependiendo el estadio y el tipo de partido es el personal que se contrata, pueden ser unos 150 o hasta 300 los verificadores.

La mecánica actual no ha cambiado mucho de lo que con lujo de detalles y evidencias relató hace tiempo @erickordunaa, quien se infiltró como empleado a las entrañas del Fan ID para poner en evidencia el mecanismo operativo, lo cual está relatado y espléndidamente documentado con audios y videos ocultos en el canal de YouTube “Obra del Deporte”, del periodista @edutorresr, cuya liga les dejo a continuación para que le echen un ojo, de verdad que no tiene desperdicio. Expedia YouTube microstories Back to Earth ES madetotravel mex es 16×9 15

Simulan revisión

El divertido relato de @erickordunaa es un compendio de fallas, lagunas, errores y horrores que tiene el Fan ID en su aplicación en el mundo real, lo desnuda por completo. Señala que, en aquel partido Rayados vs Santos del año pasado, considerado de alto riesgo, recibieron la indicación de que 10 minutos antes del inicio del juego dejaran de revisar a conciencia para que el ingreso fuera rápido.

“Si eres desmadroso, te esperas 5 o 10 minutos antes y pasas como si nada, wey, y allá dentro haces tu desmadre…”, dijo en tono jocoso. En la narración deja ver graves fallas. En principio, el Fan ID no se aplica con verdadero rigor, los verificadores independientes son rebasados con facilidad por las largas filas de aficionados impacientes. Ahí con el teléfono que le proporciona INCODE escanean el QR del Fan ID del aficionado, lo cual, aseguran, es rápido, pues ahí aparece por lo menos el nombre completo.

Donde aparecen más problemas es al identificar el rostro, a veces por falta de luz para el sensor, otras por la posición de la toma, por la estatura del aficionado para ponerla en la posición correcta, en esos casos se les hace una verificación simple, le preguntan el nombre al aficionado y si coincide con el del Fan ID, lo dejan pasar sin checar realmente si la foto coincide con el que ingresa o bien simulan escanear el rostro y les dan el pase sin hacerlo.

Una vez que el aficionado superó ese primer filtro, ya puede ingresar, pues en el torniquete solo le revisaran que el boleto no sea falso. Cuando más gente se arremolina para entrar, menos revisiones del Fan ID.

Miedo y corrupción

“Hubo un wey, un gordote así —hace una señal de mucho volumen con las manos— como de la barra y le dije ¿traes el fan ID? Me dice ¡no! Pero con unos huevotes y yo le dije, ¡pásale compadre! No me voy a arriesgar por 250 pesos”, mencionó @erickordunaa en otra parte de su relato.

El que sean verificadores eventuales del Fan ID, con muy poco sueldo por 8 horas de trabajo, hacen que sean presas fáciles de la corrupción. Algunos barristas con los que platiqué hace días me aseguraron que ya tienen su “iguala” con varios verificadores en los estadios, aunque los cambien de puerta.

Estos los dejan entrar simulando que los verificaron: “hacen la finta que te están escaneando con su pinche “aparatito” fantasma y ya, ni la prenden, nos van dejando pasar, ya saben que tienen su “varito” seguro por no hacerla de tos. ¿Cuánto les dan? —le pregunté— Depende de si entramos en bola o separados…, por la bola un quinienton pa repartirse y listo. Pero es seguro más de lo que les pagan por partido”.

Los menores de edad falsos es otro tema, quienes NO han cumplido los 18 años no son sujetos de presentar Fan ID y hay muchísimos jóvenes incrustados en la barra que no parecen ser mayores, que pueden entrar sin él a los estadios solo con la compañía de un “mayor” que diga que es su familiar.

Una credencial falsa de cualquier escuela les permite el ingreso, pero muchos ni eso necesitan. Hay barristas que nos aseguran que hay mil y una formas de evadir el Fan ID. Por su parte, INCODE, en su escrito de aclaración, asegura que realiza más de 30 validaciones durante el proceso de registro, lo que hace imposible la creación de un Fan ID con datos falsos.

Uno de los barristas con los que platiqué me retó a pagarle a él y su banda cinco cartones de cerveza si me demostraba que, con un INE falso comprado en Santo Domingo, donde se lo dan hasta con su propia fotografía, podía generar un nuevo Fan ID e ingresar al estadio sin problemas. Dame un mes porque andaré fuera de la capirucha. «¿Le atoras o te pandeas, mi fantom?», me dijo.

En las próximas entregas, les contaré si perdí o gané la apuesta, así como más historias de este Fan ID contrastados con los números que me dio Doña Fede. ¿A quién le van, al barrista o al Fan ID?

«Más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por una mentira», Mahatma Gandhi.