La noche de este jueves se disputó la ida de la Final de la Liga MX, los equipos Tigres y León, escuadras que piden a gritos ser considerados como grandes, una categoría que por la irregularidad –o mediocridad– del fútbol mexicano muchos proclaman.
A este partido, la “Fiera” y la “U de Nuevo León” llegaron con total justicia, el primero y el segundo se encontraron en la última llave por hacer el mejor torneo a pesar de que ambos ganaron sus respectivas semifinales con el corazón en la mano y gracias al reglamento.
Los dos equipos han hecho época luego de sus respectivos ascensos (curiosamente ambos ganaron el pase a primera división contra Correcaminos de la UAT en 2012 León y 1997 Tigres). León fue el segundo bicampeón en torneos cortos y Tigres ha conseguido cuatro copas y un subcampeonato de Copa Libertadores.
El partido de este jueves se antojaba parejo. Dos técnicos inteligentes como Ricardo “el Tuca” Ferretti y Nacho Ambriz no iban a arriesgar desde el principio. La pelota fue la mayor parte del tiempo para los neoleoneses quienes de la mano de André Pierre Gignac pusieron el 1-0. El francés empató así a Tomás Boy como el máximo goleador de la escuadra universitaria.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron mucho. Para la fiera no llegaron ni los Montes, ni los Menas, ni mucho menos los Sambueza y el partido terminó en un insufrible 1-0.
La vuelta será el siguiente domingo en León. Del Nou Camp saldrá el próximo campeón. ¿Tigres o León? Aquí ni posición en la tabla ni gol de visitante valen.