El presidente mexicano Enrique Peña Nieto se molestó este jueves ya que el presidente de Bolivia, Evo Morales hizo unas declaraciones que no agradaron al supremo líder mexicano. En un acto con policías del país boliviano, Evo Morales afirmó que tanto Colombia como México tienen “problemas profundos” con el narcotráfico debido a su modelo “fallido” de libre mercado, que según el gobernante somete a ambos “al imperio norteamericano”. “Estamos viendo cómo está Colombia, especialmente cómo está México, los últimos sucesos. Sigo pensando que allí está el modelo fallido”, comentó Morales, haciendo alusión a la desaparición de los 43 estudiantes el pasado mes de septiembre en Iguala,Guerrero, suceso que ha conmocionado a México. Y añadió: “Pareciera que la delincuencia está por encima del Estado”.
En respuesta, alrededor del medio día de hoy la Secretaría de Relaciones Exteriores envió una nota diplomática dirigida a la cancillería boliviana en la cual expresa “sorpresa y preocupación” por las declaraciones de Morales.“Estas reiteradas expresiones fomentan una falsa percepción de división regional en momentos en que los países de América Latina y el Caribe, México en particular, están empeñados en construir un espacio de unidad y diálogo en la figura de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños”. En el comunicado emitido a los medios, el Gobierno mexicano destaca que “México privilegia el diálogo respetuoso a nivel regional y la interacción entre países, reconociendo la diversidad que existe en América Latina y el Caribe, sobre la base del diálogo y la cooperación”. Asimismo, la Secretaría de Relaciones Exteriores “apuesta por los ánimos de concertación que hoy prevalecen en la región”.
Esto no es la primera vez que sucede, que un mandatario de un país del mismo continente critique las acciones del gobierno mexicano con respecto al caso de Iguala. Hace poco menos de un mes, el presidente saliente de Uruguay, José Mujica, calificó en la revista Foreign Affairs Latinoamerica al Estado mexicano de “fallido y con poderes totalmente fuera de control”, vinculando la desaparición de los estudiantes con “la gigantesca corrupción que hay en México”. En sus declaraciones a la revista, Mujica afirmó también: “En México, la corrupción se ha establecido, me da la impresión, visto a la distancia, como una tácita costumbre social. Seguramente, el corrupto no está mal visto, es un triunfador, es un señor espléndido”. La Secretaría de Relaciones Exteriores rechazó entonces categóricamente las acusaciones y anunció que convocaría al embajador de Uruguay para pedirle explicaciones. Horas más tarde, el mandatario uruguayo rectificó en la página web de la Presidencia de su país.
La diferencia diplomática, ahora con Bolivia, se suscita una semana después de que concluyera en Veracruz la XXIV Cumbre Iberoamericana, una cita a la que Evo Morales y otros cinco mandatarios de la región no asistieron. Durante la cuarta Reunión de la Comisión Binacional Permanente México-Bolivia celebrada en julio, la cancillería recordó que ambos países mantienen una de las relaciones de cooperación más antiguas y pactaron reforzar los vínculos económicos, con un comercio bilateral que en los últimos diez años ha pasado de 50 millones de dólares a 250.
Con información de El País.
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