El artículo 5 de la Ley de Contratación Pública del Estado de México y Municipios señala inequivocamente que “la Secretaría de Finanzas es la encargada de llevar a cabo los procedimientos de adquisición de bienes o servicios que requieran las dependencias, conforme a sus respectivos programas de adquisiciones”. Más aún, el artículo 24, fracciones XXXVII y XXXVIII de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México marca que “a la Secretaría de Finanzas le corresponde adquirir los bienes y servicios que requiera el funcionamiento del Poder Ejecutivo del Estado, con recursos federales o estatales, y proveer oportunamente a las dependencias del Ejecutivo Estatal de los elementos y materiales de trabajo necesarios para el desarrollo de sus funciones”. Si las dudas persistieran, el artículo 32, fracción VIII del Reglamento Interior de la Secretaría de Finanzas, precisa que “corresponde a la Dirección General de Recursos Materiales programar, documentar y substanciar los procedimientos adquisitivos de bienes muebles y de contratación de servicios, en términos de la normatividad correspondiente”. Quien debe responder por el presuntos desvío de 5 mil millones de pesos a través de compras simuladas con empresas fachada, son Rodrigo Jarque, Victor Curioca e Iroshi Gorozpe Tanamashi.
*
Desde hace mucho tiempo en la Administración Pública Estatal es de dominio común que quien controla el sistema de compras es Víctor Curioca. Nada se adquiere si no es con su autorización o de los administrativos que colocó en prácticamente todas las dependencias. En los hechos y para esos efectos, Curioca está por encima hasta de su jefe, el secretario de Finanzas.
*
Justamente fue Víctor Curioca quien contrató como su operador de confianza a Isidro Iroshi Gorozpe Tanamashi y lo colocó en la estratégica dirección de Recursos Materiales. Iroshi había ocupado ese mismo puesto en la administración anterior con Eruviel Ávila, pero rindiéndole cuentas nada menos que al polémico Erasto Martínez, señalado como uno de los personajes más corruptos de la administración anterior.
*
Es francamente improbable que en su paso por la Secretaría de Desarrollo Social, Alejandra del Moral pudiera asignar un contrato directo de compras de alto volumen o elegir a proveedor alguno, no tenía la facultad legal ni el poder para franquear a Víctor Curioca. Todo lo resolvía él.
*
Esta es muy buena oportunidad para cuestionar al Sistema Estatal Anticurrupción, la Secretaría de la Contraloría y al Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México. Hablamos de un presunto desvío de casi 6 mil millones de pesos que habría pasado en sus narices.