¿Cambio real o más de lo mismo? El gabinete de la rectora lo dirá todo

La universidad no se transforma con discursos, sino con decisiones. Y la primera gran decisión de esta nueva etapa es, sin duda, a quiénes se elige para gobernar con ella
julio 23, 2025

La llegada de Martha Patricia Zarza a la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México marca un hito histórico. No solo por ser la primera mujer en ocupar el cargo, sino porque encarna —al menos en el discurso— la promesa de un cambio profundo. Pero toda promesa se pone a prueba con hechos, y en el caso de la UAEMéx, esa prueba ha comenzado ya: la selección de su gabinete.

En este momento fundacional, los nombres que acompañen a la rectora en su equipo no son solo designaciones administrativas: son una declaración política, un mensaje sobre el rumbo que tomará la universidad. Y también son, inevitablemente, un espejo que reflejará si el viejo sistema de cuotas, favores y lealtades personales sigue gobernando la institución.

Durante décadas, la lógica de los nombramientos en la UAEMéx ha sido predecible: se premia la lealtad, no la capacidad; se protege a los afines, no a los mejores. Esta práctica, tan común como corrosiva, ha contribuido a la captura de la universidad por grupos de poder que la han convertido en un botín político-administrativo.

Hoy, la comunidad universitaria exige otra cosa. Y la rectora tiene ante sí la oportunidad —y la obligación— de romper con esa inercia. El nuevo gabinete debe ser integrado por perfiles con trayectoria académica sólida, solvencia ética comprobada y visión transformadora. No se trata de una purga, sino de una refundación.

Elegir bien no es un acto menor: es la única vía para recuperar la legitimidad de una universidad que vive su peor crisis en años. La congruencia entre el discurso de cambio y la práctica concreta de nombramientos marcará el tono de toda la administración.

Hay al menos tres cargos que deben ser observados con especial atención. Primero, quien maneje el dinero. Administración y Finanzas son el corazón financiero de la universidad, y durante años han operado con escasa transparencia y sin contrapesos. Colocar ahí a alguien que no rinda cuentas sería repetir el guion del fracaso.

Segundo, quien encabece la Secretaría de Docencia. No es solo un puesto técnico: ahí se diseñan los planes de estudio que determinarán si la UAEMéx sigue anclada en modelos obsoletos o si, por fin, responde a las necesidades sociales y científicas de nuestro tiempo.

Y tercero, la Secretaría de Extensión y Vinculación. En medio de un paro estudiantil aún activo en decenas de planteles, la figura que garantice el respeto, el diálogo y la solución pacífica de los conflictos será clave para tender puentes y sanar la institución.

Es momento de desterrar esa visión reduccionista que concibe a la universidad como una “fábrica de recursos humanos”. Esa noción, tan funcional al mercado como ajena al espíritu universitario, convierte a los estudiantes en piezas de engranaje y a la formación en un trámite utilitario.

La UAEMéx no debe preparar trabajadores dóciles, sino profesionistas éticos, investigadores comprometidos, pensadores críticos y ciudadanos con sentido de comunidad. Ese es el horizonte que debe guiar la elección de quienes ocuparán el gabinete rectoral.

La universidad no se transforma con discursos, sino con decisiones. Y la primera gran decisión de esta nueva etapa es, sin duda, a quiénes se elige para gobernar con ella. Ahí sabremos si el cambio es real… o solo retórica.

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Mario Garcia Mendieta

Mario Garcia Mendieta

Periodista orgullosamente formado en AD Noticias. Diplomado en Leadership & Management por Harvard Business School. Viajero curioso y amante de la comida. [email protected]

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