Hospital de Chicoloapan, desdibujada iniciativa ciudadana

Según la Secretaría de Salud, para el hospital de Chicoloapan se asignaron 160 millones de pesos con lo que se ha logrado un avance de 41.6%

Chicoloapan, México; 15 de abril de 2019. Felipe Millán es la representación de muchos de los ciudadanos de México, del Estado de México; abogado de profesión, el licenciado Millán recibió a AD en su despacho de este municipio para contarnos sus experiencias a propósito de uno más de los hospitales inconclusos de la administración de Eruviel Ávila. 

Acompañado por sus hijos, el licenciado Millán se desespera, dice que la gestión para la construcción del hospital la hizo él, junto con un grupo de profesionistas que fundaron la asociación civil Semilla. 

El hospital es una necesidad de un pueblo que con el paso de los años se ha convertido en lo que se conoce como municipio dormitori:, básicamente residencial y con poca actividad económica, cuyo trabajo, estudio y consumo se realiza, mayoritariamente, en la Ciudad de México; en esta entidad, sólo en el decenio 1995-2005, se asentaron más de 90 mil habitantes en fracciones en fraccionamientos como los Reyes I y II, Las Casas Beta I y II y Casas Hir, entre otras.

La historia de Chicoloapan evidencia un déficit no sólo en salud sino en educación superior, este último provocado por la llegada migrantes en edad promedio para estudiar a las unidades habitacionales que se construyeron y siguen construyendo en la actualidad.

En este lugar también existen tabiqueras y hornos alfareros donde se emplean personas quienes, por sus diversas condiciones laborales, carecen de servicios médicos, ésta situación, el hecho de que siempre los rechacen en las instancias de salud cercanas, la falta de servicios de primer nivel  y una intención de participación ciudadana, asegura Felipe Millán, es lo que llevó a la asociación a recolectar firmas y a escribir al presidente de la república del periodo de 2006 a 2012 la petición para llevarlo a cabo. 

“Hemos ido a todos lados”, explica Millán a AD y así lo evidencian los legajos de oficios entregados y recibidos a diversas instancias, desde la presidencia municipal hasta la de la república, pasando por la Cámara de Diputados.

La gestión comenzó en 2009, la respuesta fue afirmativa siempre y cuando se contruyera con recursos municipales que, por supuesto, no eran suficientes, el oficio de aceptación fue drigido al presidente municipal Rafael Gómez Alvarado.

Las gestiones de Millán y los integrantes del grupo se fundieron con el proyecto de hospitales que, bajo el Programa de Apoyo para Fortalecer la Calidad en los Servicios de Salud, destinó un importe de 42 millones 443 mil 715 pesos para la construcción de 60.6 por ciento de los recursos totales requeridos para el hospital de Chicoloapan. 

Felipe Millán asegura que estuvo presente en la inspección del terreno que se destinaría al hospital, que luego fue cambiado aunque, explica Millán, no presente las condiciones necesarias por la cercanía del cauce de aguas que pasa cerca. 

El 8 de noviembre de 2013, el entonces secretario de Salud, César Gómez Monge, asistió a la ceremonia de colocación de la primera piedra del hospital; se presentaron destacados políticos de Chicoloapan y autoridades pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional; los integrantes de Semilla, lamenta Felipe Millán, no fueron invitados. 

El nosocomio no se concluyó durante la administración del entonces alcalde, Andrés Aguirre Romero, quien se asumió gestor del hospital de primer nivel que tendría 18 camas, tampoco en la de José Medardo Arreguín, incluso hasta ahora, el hospital no se ha concluido; la actual alcaldesa Nancy Gómez ha solicitado también la construcción del hospital.

Según la Secretaría de Salud, para el hospital de Chicoloapan se asignaron 160 millones de pesos con lo que se ha logrado un avance de 41.6%, no obstante, en una entrevista realizada por AD al actual Secretario de Salud, Gabriel O´Shea, éste mencionó que su conclusión, igual que la de los otros siete hospitales, no se dificulta sólo por las implicaciones de inversión que requiere el término de la obra sino por el mantenimiento que requieren.

Felipe Millán, ahora presidente de la asociación Semilla, representa a uno de muchos ciudadanos mexicanos que participan socialmente pero que, independientemente de sus acciones, se ven rebasados por trámites burocráticos o por decisiones económicas tomadas en las altas esferas políticas. 

La iniciativa ciudadana se desdibuja por la espera, la promesa incumplida y el uso electoral de una necesidad real, no obstante, la búsqueda por lograrlo se mantiene, ahora, la esperanza de Millán, explica, se posa sobre la nueva administración federal a quien, asegura, se le buscará para conseguir, de una vez, que el hospital se concluya.

Mientras, los integrantes de Semilla, así como los más de 300 mil pacientes de la zona oriente mexiquense que se tenía pensado beneficiar con la construcción del hospital siguen esperando.