La Navidad es una de las épocas más esperadas por la población, ya que en la mayoría de las familias representa unión y reconciliación, donde los conflictos parecen pesar menos. Sin embargo, no para todos es así. Tal es el caso de las personas que permanecen a las afueras del Hospital del Niño, en Toluca, a la espera de buenas noticias sobre sus familiares hospitalizados.
El tiempo de espera varía entre las familias: mientras algunas llevan apenas unos días desde el ingreso de su ser querido, otras acumulan más de dos semanas e incluso superan el mes, con la esperanza de una mejoría.
Lo único que importa es la salud
Para muchos, la Navidad no es sinónimo de alegría. Así lo vive una madre originaria de San Antonio La Isla, quien espera la recuperación de su hijo de 14 años.
Está internado desde hace cuatro días tras sufrir un accidente en motocicleta que le provocó una fractura de cráneo.
La mujer —quien prefirió mantenerse en el anonimato— señaló que estas fechas han dejado de ser importantes, pues lo único que le preocupa es la salud de su hijo.
A pesar de la situación, destacó la solidaridad entre quienes esperan afuera del hospital.
“La gente platica, personas que ni conozco me dan palabras de aliento”, comentó.
También pidió que quienes tienen la fortuna de pasar estas fechas en familia lo valoren, ya que ella, por ahora, duerme en el piso con apenas unos cartones y cobijas.
“Esta Navidad no es Navidad. Es un día cualquiera”
Otro de los testimonios es el de Jonathan Alexis de la Cruz, originario de Santa María del Monte, en Zinacantepec, padre de cuatro hijos.
Desde hace semana y media permanece en el hospital debido a que su bebé de apenas dos meses fue diagnosticado con neumonía. Aunque actualmente se encuentra estable, al llegar, su estado era crítico.
“Jamás me había encontrado en una situación así. Para ser la primera vez, se siente cruel, raro, estar aquí entre muchas personas que están en la misma situación o incluso peor”, relató.
Alexis explicó que, debido a las ausencias laborales para cuidar a su hijo, perdió su empleo. No obstante, mantiene la esperanza de encontrar trabajo una vez que el bebé sea dado de alta.
A ello se suman los gastos derivados de la enfermedad de su esposa, quien también se vio afectada por las bajas temperaturas en Toluca.
Aunque reciben apoyo con alimentos por parte de la ciudadanía, señaló que este año no podrán pasar la Navidad como la tenían planeada.
“A lo mejor no habrá pavito o ponche como otros años, pero para mí lo importante es tenerlos con salud y estar juntos”, expresó.
Concluyó mencionando que, para él y su familia, esta Navidad será un día cualquiera.
“Tal vez suene como un Grinch, pero esta Navidad no es Navidad para mí. Es un día cualquiera. El único regalo que espero es la salud de mi niño”.
Navidad triste
Otro caso es el de María Guadalupe Hernández Mosqueda, quien llegó desde Real de San Pablo debido a que su bisnieta presentó tos durante la noche.
Aunque la menor ya había estado hospitalizada días después de nacer por una infección, esta vez los médicos informaron que tiene el corazón grande y deberá permanecer internada.
A esta situación se suma el reciente fallecimiento de una de las hijas de María Guadalupe.
Además de la deuda pendiente con la funeraria, lo que la ha hecho sentirse abrumada.
Compartió que esta Navidad será “triste”, al no poder estar con toda su familia y enfrentar tantas dificultades al mismo tiempo.
Entre la incertidumbre médica y la solidaridad
En el Hospital del Niño, las clases sociales quedan de lado y el dolor une a las personas. Ejemplo de ello son tres mujeres que ingresaron el mismo día, hace una semana y media.
Han encontrado apoyo mutuo mientras esperan la recuperación de sus hijos y nietos hospitalizados por neumonía.
Una de ellas comentó que, aunque ya tenían todo planeado para convivir en familia, ahora pasarán la noche afuera del hospital de Toluca, sin una cena tradicional.
Únicamente acompañándose entre ellas, en espera de buenas noticias.
“Es muy triste. Estamos con la esperanza de que salga, pero nunca pensé pasar una Navidad así”, expresó otra mujer entre lágrimas.
Señaló que su bebé aún se encuentra grave y que cada minuto espera recibir la noticia de que podrá llevarlo de regreso a Villa Victoria.
Destacó que en una ocasión anterior había acudido al hospital a regalar comida durante Navidad. Sin embargo, este año le tocó estar del otro lado, esperando.
Aunque el dolor y la preocupación son constantes, las familias coinciden en que el apoyo entre ellas les ayuda a sobrellevar la espera.
También se observa la llegada constante de camionetas y automóviles que reparten alimentos a los familiares de los pacientes del Hospital del Niño.
La Navidad representa felicidad para muchos, pero también es un recordatorio de la unión y la esperanza, valores que mantienen vivas a estas familias y a decenas más que aguardan el alta médica de sus seres queridos.
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