Huachicol, el recuento de los daños

Toluca, México; 3 de agosto de 2018. El robo de hidrocarburos en el país se ha convertido en un negocio tan lucrativo como el narcotráfico, pero también tan mortal y sanguinario como ése. Y es que nada más para Toluca representa un negocio de 27 millones 200 mil pesos en promedio a la semana; es […]

Toluca, México; 3 de agosto de 2018. El robo de hidrocarburos en el país se ha convertido en un negocio tan lucrativo como el narcotráfico, pero también tan mortal y sanguinario como ése.

Y es que nada más para Toluca representa un negocio de 27 millones 200 mil pesos en promedio a la semana; es decir, 326 millones 400 mil pesos al cabo de un año, tomando en cuenta que los huachicoleros venden el producto en 17 pesos por litro y si es diésel, a 19.

La ordeña de combustible se ha convertido en uno de los negocios que más ha prosperado en el Valle de Toluca, pero particularmente en el corredor del norte de la capital mexiquense, en los terrenos –muchos de ellos solitarios- por donde cruzan los ductos de Pemex y que son aprovechados por grupos organizados que se encargan de la extracción, transporte y venta de los hidrocarburos.

Un reporte de las Procuraduría General de la República (PGR) detalló que los nueve municipios del Estado de México donde se concentra el robo de hidrocarburos es encabezado por la capital mexiquense, seguido de Axapusco, San Martín de la Pirámides, Ixtapaluca, Teotihuacán, Otumba, Texcoco, Chalco y Tepetlixpa. 

Una revisión a la infraestructura de Petróleos Mexicanos (PEMEX) da cuenta de que los ductos de esa paraestatal llegan a la capital mexiquense por el Paseo Tollocan, dan vuelta a la altura de la Avenida Alfredo del Mazo y toman rumbo a Atlacomulco atravesando colonias y delegaciones como: Miltepec, San Cristóbal Huichochitlan, Palmillas, Calixtlahuaca y San Pablo Autopan, los mismos puntos donde se ha confiscado huachicol y donde se han encontrado tomas clandestinas.

Es también en esas mismas colonias donde se han registrado accidentes relacionados con la extracción y transporte de ese producto. Sólo el martes 5 de junio los servicios de emergencias de la capital mexiquense y el Valle de Toluca atendieron la explosión de un ducto de Pemex en San Pablo Autopan donde se extraían hidrocarburos, en el lugar se encontró un camión torton calcinado y cargado de galones en donde se transportaba el material.  

En el Estado de México el delito se ha incrementado a pesar de que en abril de 2018 el Senado de la República determinó “endurecer” las sanciones por la comisión de este delito, pasando de 25 a 30 años de prisión como pena máxima y multas económicas de hasta 25 mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización vigente.

En Toluca, por ejemplo, fue un policía municipal el pionero de la actividad. Macario Ríos estableció hace 15 años los primeros puntos de extracción en la zona norte. San Pablo Autopan, además de un centro de producción de textiles, gorras deportivas, peluches y la región donde se resuelven las elecciones locales es, hoy por hoy, cuna del huachicol en la capital mexiquense.

 

 

“El negocio es simple y la operación más. Cada semana, los domingos, miércoles y viernes, veinte pipas con capacidad para 20 mil litros se acercan a las tomas clandestinas para conectarse, durante una hora, hasta llenar sus tanques. Cada pipa con esos 20 mil litros extraídos tiene un valor de 340 mil pesos, y en un cálculo general venden 6 millones 800 mil pesos cada ocho días […] Se puede considerar robo-hormiga y nunca se han realizado operaciones a gran escala para no llamar la atención”, dice un reportaje de AD en febrero de 2018.

Y a pesar de que las lecturas en Pemex registran constantes anomalías, mismas que son reportadas a policías que luego de hacer el recorrido de rutina aseguran no encontrarlas, la ordeña ilegal de combustible va en aumento.

Una entrevista del periódico El Universal a la secretaria de Seguridad mexiquense (SSEM), Maribel Guerrero Cervantes, en junio del año en curso, revela lo que para muchos no será novedad. Cervantes dijo entonces que al menos cinco gasolineras en territorio mexiquense podrían estar coludidas con esta práctica; sin embargo, no especificó si dentro de estas cinco ya se contemplaba la estación ubicada en el kilómetro 2.4 de la carretera Mexicaltzingo-Santiago Tianguistenco y que fuera exhibida en septiembre de 2011 por el rotativo Reforma por la venta de huachicol, además porque sus dueños resultaron ser María del Carmen Miranda Nava, hermana de Luis Miranda Nava, ex secretario federal de Desarrollo Social y Ricardo Víctor Mercado Galán rector de la Universidad Isidro Fabela en Toluca.

El 25 de agosto de 2017 fue aprehendido un grupo de personas presuntamente involucradas en las operaciones ilegales de esta estación. Las cosas se diluyeron al paso de los días, aunque los detenidos mostraron una factura falsa por 60 mil litros de combustible que había sido robado en Querétaro.

A una semana del arranque de 2018, la policía estatal decomisó 3 mil litros de hidrocarburo sobre la carretera Toluca-Atlacomulco.

En abril de 2018 Petróleos Mexicanos reportó pérdidas por 30 mil millones de pesos por el robo de combustible. Ante medios de comunicación, el director general de la paraestatal, Carlos Treviño, reveló que ese año se detuvieron a mil 600 personas involucradas en la comisión de este ilícito y que para el primer cuatrimestre, ya de 2018, la cifra repuntó a 2 mil 300 y 2 mil 500 los detenidos. La cifra abochorna pero en nada es comparable con los 14 millones de litros recuperados por autoridades policiales hasta esa fecha. Para entonces el número de tomas clandestinas habría aumentado en un 38% durante el primer bimestre de 2018 con 2 mil 274.

Un documento del Centro de Estudios Sociales y de Opinión (Cesop) publicó en abril un recuento de pérdidas en Pemex como consecuencia del huachicol. El reporte indica que de 2009 a 2012 perdieron 6 mil 966 millones de litros del combustible; de 2013 a 2016 fueron hurtados 7 mil 682 millones.

Un artículo del New York Times indica que el delito del robo de combustible se intensificó a fines de la década del 2000, periodo en que el ahora ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa “declaró la guerra al crimen organizado”.

En 2010 el cártel del Golfo-Zetas –ahora dividido– es el que más bajas por cárcel registró con 609 elementos. Le siguen los cárteles de los Beltrán Leyva con 223 consignados; La Familia Michoacana con 145,  Tijuana con 135, Sinaloa con 114, Juárez con 78,  Díaz Parada con sólo uno al igual que Valencia Valencia mientras que del cártel Amezcua Contreras no se tiene un solo consignado.

Ante el desmantelamiento de algunas organizaciones trasnacionales del narcotráfico, los criminales diversificaron sus actividades criminales y “fuentes de trabajo” alistándose, por ejemplo, en las filas de los saqueadores de oleoductos.

Autoridades de los tres niveles han justificado la actividad ante el imparable aumento a los precios del combustible, además de ser una actividad de menor riesgo que el tráfico de drogas.

Por otro lado, un reporte de la Policía Federal indicaba que en el Estado de México se asegura un promedio mensual de 24 mil litros de huachicol. “La capital mexiquense ha registrado al menos 11 casos relacionados al robo de hidrocarburos de junio a julio de 2018, donde la zona norte de Toluca, es un punto clave para el saqueo y distribución de este producto. Cabe señalar que estas cifras corresponden únicamente a reportes obtenidos a través de medios de comunicación y fuentes policiales” dice un reporte del portal Alfa Diario.

En estos dos meses fueron asegurados al menos 200 mil litros de hidrocarburo llegando hasta a instancias de gobierno, como el 11 de junio cuando elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México aseguraron 800 litros en el Palacio Municipal de Isidro Fabela. En este operativo se detuvieron a 15 personas entre los que se identificaron a elementos de seguridad pública municipal; además fueron asegurados 4 vehículos, 90 dosis de mariguana y 73 cartuchos útiles. Por si fuera poco, o mucho, reportes oficiales informaron que el sótano era usado como laboratorio para cocinar droga sintética.

El martes 19 de junio personal de Bomberos de Toluca, Sedena y la Policía Estatal tuvieron que evacuar a habitantes de San Pablo Autopan por una fuga de huachicol en una toma clandestina en la Delegación de San Cayetano, y aunque la fuga fue controlada habitantes de esas comunidades aprovecharon la ocasión para llenar garrafones con el producto.   

El 22 de junio pasado, elementos de la División de Investigación de la Policía Federal catearon un predio en la comunidad de San Cristóbal Huichcochitlán, donde se encontró un túnel conectado a un ducto de Pemex y de donde se extraía de manera ilícita hidrocarburo.

En el lugar que se identificó gracias a una llamada anónima, se encontró el túnel de 30 metros de profundidad y 39 metros de largo.

Un día antes, el 21 de junio, policía estatal y municipal de Toluca ingresaron a un domicilio ubicado en las calles de Venustiano Carranza y Francisco I. Madero de Calixtlahuaca donde encontraron una manguera conectada a los ductos de Pemex; además de contendedores donde presuntamente se almacenaba el huachicol y un camión de redilas donde se transportaba. 

Otro de los lugares donde se ha identificado la extracción de combustible es en la comunidad de San Cayetano Morelos, donde el 4 de julio pasado policía estatal y municipal atendieron un reporte de baja presión en los ductos, al llegar a la calle Mariano Ortiz encontraron una toma clandestina conectada a los ductos y combustible derramándose.