Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter dejó al menos 2 mil 800 muertos en Turquía y Siria y más de 3,500 edificios derrumbados. Posterior a este siniestro, un segundo terremoto de 7,5 volvió a azotar el país.
Este es el terremoto más intenso registrado en ambos países en al menos 30 años. Se decretó luto nacional.