Insiste gobierno en apoyar la pirotecnia en el Edomex

El director General del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi), Derek Isaac Cancino Aguilar, propuso fomentar nuevas políticas públicas que reviertan la percepción negativa de la sociedad sobre esta actividad.

A pesar de que especialistas han confirmado el daño que produce la pirotecnia al medio ambiente, a las personas y a los animales, las autoridades mexiquenses insisten en brindar su apoyo a esta actividad, bajo el argumento de que es una actividad económica que genera ingresos a la población, especialmente a los habitantes del municipio de Tultepec.

Recientemente,el director General del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi), Derek Isaac Cancino Aguilar, propuso fomentar nuevas políticas públicas que reviertan la percepción negativa de la sociedad sobre esta actividad y convocó a la población a sumar esfuerzos a favor del sector pirotécnico.

Esto al reunirse con más de 300 pirotécnicos de distintas organizaciones de artesanos mexiquenses. En el encuentro dijo que este oficio representa el sustento de muchas familias del Estado de México y alberga más del 60 por ciento de la producción nacional, de acuerdo al comunicado oficial número. 0184/2020.

Sin embargo el doctor  en Geografía por la UNAM, Gino Jafet Quintero Venegas, escribió en Animal Político que “El argumento más fuerte que ha mantenido y legitimado a la pirotecnia es el económico, ya que se contempla como una actividad artesanal que sustenta a múltiples familias; sin embargo, es una explicación endeble y sesgada porque, aunque es cierto que obtienen beneficios, se pueden optar por otras alternativas que no causen daños”

Así lo señala ebn su artículo “Pirotecnia: tradición cuestionable”, publicado en ese portal informativo el pasado 18 de diciembre de 2019,  el también catedrático de Zoogeografía y de Geografía y Ética en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e investigador posdoctoral en el Programa Universitario de Bioética, en la línea de Zooética.

“En el municipio de Tultepec en el Estado de México, al norte de la zona metropolitana de la capital, se han presentado varias explosiones en las bodegas donde se almacenan los fuegos artificiales, las cuales han causado, en los últimos cinco años, la muerte de por lo menos 50 personas, además de dejar otros tantos heridos como aquéllos que quedan mutilados porque les explotan los cohetones en las manos.”

Sin embargo, el titular del Imepi  destacó que los pirotécnicos trabajan de manera coordinada con el Instituto para realizar acciones en pro del medio ambiente, que van desde reforestaciones, pláticas y capacitaciones para utilizar cartón, papel arroz, carrizo y demás materiales no contaminantes.
 
En el encuentro, al que también acudieron pirotécnicos de los estados de Hidalgo y Puebla, Cancino Aguilar señaló que en el mes de diciembre de 2019 no se registró ningún incidente por el uso de fuegos artificiales.
 
Sin embargo, urgió la necesidad de delinear nuevos mecanismos que garanticen el uso responsable de la pirotecnia, reporta el comunicado oficial del gobierno.  

Pese a que diversos grupos ambientalistas, organizaciones de rescate animal y ciudadanos en general han expresado continuamente sus criticas por el uso de pirotecnia ya que  puede causar hasta la muerte de animales domésticos, el funcionario mexiquense lamentó que “en estados como Nuevo León no se permitió la venta de productos píricos durante las pasadas fiestas decembrinas, así como la postura de Durango, Veracruz y algunos otros estados de la República, que estudian la posibilidad de prohibir o restringir su uso”.

Pero no solo el medio ambiente y los animales se ven afectados por la pirotecnia, ni las personas que la manipulan y que han llegado a perder la vida o a sufrir graves heridas por un mal manejo de la misma, sino también otros grupos humanos son sensibles al ruido que ésta provoca, como los adultos mayores y los niños autistas.

Sobre este punto Quintero Venegas escribió: “El otro tipo de contaminación que se genera es la auditiva. De acuerdo con la especialista en audiología Jimena Atuán Rodas, la detonación de petardos y cohetones alcanza hasta los 190 decibeles, superando por mucho el nivel permisible para el oído humano (70 a 85 decibeles). 

En este sentido, son los niños pequeños los más propensos a padecer daños auditivos porque sus oídos son muy sensibles. Además, se deben considerar a los niños autistas y todos aquellos individuos que padezcan un desorden del procesamiento sensorial, pues dado que tienen los sentidos exacerbados y perciben los ruidos y las luces de manera aumentada, el “espectáculo” se vuelve una auténtica tortura.”

Pese a ello, el director General del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia Derek Isaac Cancino Aguilar, dijo queel Imepi “trabaja con varias instituciones, incluidas universidades, para emitir una opción técnica con objetividad y transparencia en materia ambiental, a través de la realización de mediciones de decibeles y dictámenes, entre otros estudios”.