Reos de La Perla exigen reubicación por enfermos con COVID

Presos del penal de Neza, reclusorio que fungirá como clínica para reos enfermos por coronavirus, dijeron que no hay garantías que eviten los contagios

El traslado de 23 internos al penal La Perla en Nezahualcóyotl ha desatado temores e incertidumbre, tanto en las personas privadas de su libertad (PPL), que se encuentran en este centro penitenciario, como en sus familiares, quienes temen que sus presos puedan contagiarse de COVID-19.

Internos de La Perla denunciaron en entrevista que con la llegada de las personas privadas de su libertad, provenientes del penal de Cuautitlán, ellos fueron reubicados en un solo pasillo, los «amontonaron» y no les dieron garantías que eviten posibles contagios, por lo cual pidieron ser trasladados a otros centros.

Las únicas medidas que se han adoptado es darles cubrebocas y colocar plásticos en uno de los pasillos

Explicaron que este penal es considerado modelo, pues su capacidad es para 300 personas, además la mayoría tienen la característica de ser inimputables, es decir, gran parte de los presos tienen enfermedades mentales, por lo cual son considerados personas vulnerables y no están preparadas para enfrentar la pandemia. En estos momentos dentro del penal hay unas 132 personas privadas de su libertad

Justino Granados Lozada, Alejandro Pérez Iniestra y Luis Enrique Muñoz, internos del penal La Perla en Nezahualcóyotl, explicaron en entrevistas telefónicas que tienen miedo de contagiarse del COVID-19, pues consideran que no hay protocolos ni capacidad, así como acciones suficientes para evitar contagios; ya que el personal que los atiende, custodios y médicos, será el mismo que deberá encargarse de las personas enfermas por coronavirus.

Explicaron que el centro penitenciario tiene tres niveles y seis pasillos, y antes de la llegada de las personas contagiadas por COVID-19 estaban distribuidos en todos los pasillos, pero desde este lunes la población de ese centro penitenciario fue ubicada en el nivel uno, en los pasillos 1 y 2, mientras quienes recién llegaron fueron colocados en el segundo nivel. El tercer nivel está totalmente desalojado, al parecer en espera de la posible llegada de más personas enfermas.

Las personas privadas de su libertad pidieron a las autoridades estatales explicar las acciones que están llevando a cabo, pero también trasladarlos a otros centros penitenciarios, por considerar que La Perla ya no es seguro, pues no hay garantías de que no se contagien.

Granados Lozada admitió que hay temor entre la población penitenciaria porque creen que no hay capacidad para enfrentar la pandemia, ni para evitar contagios, y el personal médico y los custodios también están en riesgo.

Las únicas medidas que se han adoptado es darles cubrebocas y colocar plásticos en uno de los pasillos; sin embargo, consideran que es insuficiente y existen muchos riesgos de contagiarse

Luis Enrique Muñoz Domínguez también señaló que no hay ni protocolos al interior del centro penitenciario, y aunque la directora les ha dicho que hará lo posible por trasladarlos tienen miedo de contagiarse.

Denunció que al parecer no toman en cuenta que son personas vulnerables, e incluso hay quienes ya han cumplido con el plazo establecido en la ley -de 15 años- para que puedan permanecer en el penal, al ser inimputables, no obstante, siguen privados de su libertad; por lo cual creen que están violando sus derechos.

Otra preocupación es que continuamente no hay medicamentos, o a veces, explicó, los propios doctores bajan las dosis, les retiran a algunos internos ciertas medicinas, por lo cual hay quienes han entrado en crisis.

Ante esa realidad, temen que tampoco exista lo suficiente para atender a quienes estén enfermos, por lo cual no quieren quedarse en ese centro penitenciario, pues creen que no existen las condiciones suficientes para garantizar que no habrá contagios y piden que los lleven a otro lugar.

A su vez, en entrevista, Celia Olivares Ramos, familiar de una de las personas privadas de su libertad en ese penal admitió que están muy preocupados tanto los internos, como los familiares; por lo cual urgió a las autoridades a darles información, ya que hasta el momento no les han dicho nada.

Explicó que los internos de La Perla son vulnerables, están enfermos y requieren medicamentos, pero consideran que no hay la capacidad para enfrentar la pandemia, pues el lugar es muy pequeño y a veces no hay medicinas para atender a la población penitenciaria.

Llamaron a las autoridades a atender sus peticiones, a escucharlos y a no dejarlos en el olvido.