El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) sostiene que María del Carmen González Cruz, de 75 años, es una paciente con «mal apego al tratamiento médico», y atribuye su estado de salud a una supuesta “omisión de la paciente y familiar”, así como a un probable “abandono de familiares, quienes no acuden a trámite de citas de seguimiento”. La familia niega tajantemente estas acusaciones y sostiene que han acompañado a la paciente en todo momento, que vive con ellos, y que han sido las propias fallas del sistema las que han impedido el seguimiento médico adecuado.
La afirmación aparece en un documento clínico fechado el 3 de junio y firmado por el Dr. Granados Agonizante Isaac, del área de Cirugía de Columna del Hospital Regional del ISSEMyM. En ese mismo mensaje —compartido vía WhatsApp por el contralor del instituto, Victorino Barrios, a la hija de la paciente— se adjunta además una imagen de una cita médica agendada recientemente. Según relata la familia, esa es la primera cita otorgada después de meses de insistencia para que la paciente sea evaluada por un posible tratamiento quirúrgico.

“Nosotros no hemos abandonado a mi mamá. Vivimos juntas y siempre hemos estado pendientes de su salud. Que digan que no la llevamos a sus citas es falso. Lo que pasa es que nos han dado una cita apenas ahora, después de insistir”, responde su hija. “Lo que ha fallado es el sistema, no la familia”.

Sobre el caso de Maribel, en un documento firmado por el Dr. Sergio B. Arreaga Aguilar, jefe del Servicio de Nefrología, se reconoce que las complicaciones cardiovasculares de Maribel limitan que sea candidata a trasplante, y que se necesita una valoración cardiológica para reactivar el protocolo. Esa evaluación —asegura la familia— nunca se ha programado.

“Nos están matando con calmantes”: la denuncia
Con la voz entrecortada, la hija de María del Carmen González Cruz describe una odisea médica marcada, según su testimonio, por omisiones y promesas incumplidas dentro del sistema de salud del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM). Su madre, de 75 años, enfrenta un cuadro de osteoporosis, edema pulmonar e insuficiencia renal sin haber sido valorada por un solo especialista en cinco meses.
Una cadena de diagnósticos desestimados
Todo comenzó con un dolor en la cadera. En diversas visitas al Hospital Regional del ISSEMyM, médicos internistas diagnosticaron que se trataba de una lumbalgia, receta tras receta: pregabalina, paracetamol y la frase recurrente: “no se preocupen”. Sin embargo, el 25 de enero, María del Carmen ya no podía mover la parte inferior de su cuerpo. “Según cuenta su hija, fue en ese momento cuando, desesperados, llamaron al 911.”
Según relata la hija, cuando intentó alzar la voz, el personal médico respondió con una advertencia:
“Si no se calma, la vamos a sacar y llamaremos a la patrulla”. Desde entonces, asegura, vive con miedo de denunciar.




Promesas administrativas sin cumplimiento
La familia asegura que fueron referidos al traumatólogo Isaac Guisante y que Xóchitl Moreno, presunta integrante del área de Relaciones Públicas del ISSEMyM, se comprometió a gestionar las citas médicas por instrucción directa del director del hospital, identificado como el doctor Lollola. No obstante, dicha gestión, según la hija, nunca se concretó.
El 3 de febrero, luego de recibir un pase para traumatología, se les informó que la paciente debía regresar a casa. La única indicación: continuar con analgésicos. Asegura que su madre fue sedada durante dos días sin resultados duraderos. “Ya ningún medicamento le hace efecto”, afirma.




Maribel, 12 años esperando un trasplante
La denuncia se extiende a otra paciente: Maribel, hermana de la declarante. Con 12 años esperando un trasplante de riñón por insuficiencia renal crónica, nunca ha sido evaluada por un consejo médico. En diciembre, la familia tuvo que pagar más de 10 mil pesos por un tanque de oxígeno debido a un error administrativo, según cuenta. El trámite fue retrasado por empleados que, dice, estaban distraídos conversando.
Maribel ha perdido la audición en un oído y la vista en un ojo. Recientemente, padeció de peritonitis sin tener acceso a medicamentos en el ISSEMyM, aseguran que tuvieron que conseguirlos en el Hospital Nicolás San Juan. Ella fue trabajadora del Ayuntamiento de Toluca y recibe atención como derechohabiente, aunque, en palabras de su hermana, “ese derecho no se está respetando”.
Sistema sin rostro y sin respuestas
La familia denuncia además una situación económica insostenible. María del Carmen recibe una pensión mensual de 3,500 pesos, pese a que su difunto esposo era jefe de penales del Estado y recibía 12 mil pesos quincenales. “No sabemos qué pasó con ese dinero”, reclaman.
“Solo pedimos atención. No queremos promesas, estamos cansados. Queremos abrazar a nuestras madres vivas, no enterrarlas por la negligencia”, sentencia la hija. “Ese derecho no se está respetando”.
Las hijas han tenido que hacer tareas escolares dentro de taxis mientras acompañan a su abuela entre hospitales. No reclaman privilegios, solo atención digna.
Leer más en: “La están matando con calmantes”: familia denuncia el abandono médico del ISSEMyM
¿De qué tamaño es el desabasto de medicamentos en el Issemym?
En 2024, el ISSEMyM emitió 4.73 millones de recetas médicas. De acuerdo con su propio informe ejecutivo, más de 600 mil no fueron surtidas. Una tasa de cumplimiento del 87.23%. En 2022, el desabasto alcanzó las 800 mil recetas. A pesar de los ajustes en el cuadro básico, decenas de claves siguen quedando desiertas año con año.
Frente a este panorama, la hija de María del Carmen lanza un llamado a la gobernadora Delfina Gómez: “¿Dónde están esas palabras de calidad en salud? Mi madre se está yendo sin ser atendida. No hay calidad humana”.

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