En Tultepec, los artesanos pirotécnicos se encargan de iluminar el cielo, una manera de ver nacer las estrellas. “Eso me apasionaba mucho desde que era pequeño”, cuenta Jonathan Sánchez. Pero su inmersión en el espacio comenzó cuando su papá le regaló La vuelta al mundo en 90 minutos, libro del primer astronauta mexicano, Rodolfo Neri Vela. Ese libro es como un amuleto, “lo llevo siempre a todos lados”, confiesa.
¿Por qué te interesaste en la aeronáutica espacial?
“Aquí, en nuestro pueblo, toda esta parte de iluminar el cielo, de ver nacer las estrellas, me apasionaba mucho desde que era pequeño. Admiraba al doctor Neri y también a Julieta Fierro, veía Cosmos de Carl Sagan; leía mucho sobre el espacio y me emocionaba mucho el cosmos y la ciencia”.
Una vez Jonathan le dijo a su papá que su mayor sueño era llegar al espacio y a la luna. “Si tú quieres ser un astronauta, juntos vamos a construir una escalera para que llegues a conseguir esa meta tienes”, le respondió su padre y, desde entonces, el sueño no ha parado.
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