Las calles del centro histórico de Toluca se vieron inundadas por personajes como el “Transportador del diablo”, Cantinflas, “El potrillo de Metepec”, es decir, por los tradicionales “Judas” que serán quemados este 4 de abril como parte de la tradición del Sábado de Gloria.
Minutos antes de las 13:horas, estas figuras de más de dos metros de altura, fueron colocadas en tres camionetas para que comenzaran su recorrido por las principales calles de la capital mexiquense.
El Museo Taller Luis Nishizawa, como cada año, fue el encargado de organizar la vigésima segunda edición del tradicional desfile de «judas» elaborados por artesanos de la pirotecnia con materiales como carrizo, cartón, engrudo, papel multicolor, pero sobre todo ingenio y creatividad.
Por su recorrido en las calles de Lerdo, Independencia, Juárez e Hidalgo, estas figuras fueron admiradas y fotografiadas por decenas de personas que quedaban asombardas al paso de los Judas que representan los principales problemas sociales y personajes de los diferentes sectores de nuestro estado y país; durante el recorrido los artesanos regalaban dulces a los asistentes.
Este año el concurso rompió récord de participación al registrarse 132 artesanos juderos con igual número de piezas, la cifra más alta en los 22 años que lleva este certamen.
Por ello, solo 10 de ellas fueron las que salieron a la calle a invitar a los toluqueños a conocer este trabajo que les toma de dos a tres meses a los artesanos elaborar. El desfile fue encabezado por el “Transportador del Diablo”, pieza que ganó el concurso de “Judas 2015”, y que no será quemada el próximo 4 de abril para ser exhibida en el museo.
Esta tradición, que es de origen pagano-religioso, tiene una doble finalidad, primero representa la erradicación del mal durante el Sábado de Gloria y por ello estas figuras son quemadas ese día. La otra preservar las manifestaciones de la cultura popular de la entidad.
Toluca es considerado el impulsor de esta tradición en el país, de la mano del pintor mexiquense Luis Nishizawa en 1994, y se consólida cada vez con la participación de familias dedicadas a la pirotecnia provenientes de Toluca, Metepec, Capulhuac, Tultepec y hasta del Distrito Federal.