Justicia en la boleta: lo que ganamos si votamos, lo que perdemos si no

Lo que se juega no es sólo el nombre de los nuevos jueces y magistrados, sino la posibilidad real de romper con la subordinación histórica del Poder Judicial al Ejecutivo
mayo 30, 2025

La elección judicial del 1 de junio en el Estado de México marca un parteaguas institucional. Lo que se juega no es solo el nombre de los nuevos jueces y magistrados, sino la posibilidad real de romper con la subordinación histórica del Poder Judicial al Ejecutivo.
Sí, la reforma es legal y válida. Pero lo que importa es esto:

¿Será también transformadora o solo cambiará las formas para mantener el fondo?

II. El viejo orden: justicia condicionada

Durante décadas, el sistema judicial mexiquense fue un engranaje más del aparato político. Las designaciones se definían más por lealtades que por méritos.
El resultado fue una justicia funcional al poder, no al derecho.
Una justicia donde el clientelismo, los linajes judiciales y los pactos políticos pesaban más que la imparcialidad.

III. La reforma judicial de 2025: ¿nueva arquitectura o vieja lógica?

Promulgada el 6 de enero, la reforma eliminó el Consejo de la Judicatura y creó dos nuevos órganos: el Órgano de Administración Judicial y el Tribunal de Disciplina Judicial. También abrió la puerta a la elección popular de jueces y magistrados.

Pero en la práctica, el riesgo sigue latente: que los mismos grupos de siempre capturen los nuevos espacios con los mismos métodos de siempre.

IV. ¿Renovación? No del todo.

Basta revisar los perfiles de los candidatos:
Muchos son figuras ya instaladas en el aparato judicial o político. Muy pocos rostros nuevos, independientes o con visión crítica.

¿Se puede hablar de transformación cuando los nombres no cambian?

La lógica de las cuotas, el acomodo y la continuidad disfrazada sigue operando.

V. ¿Por qué votar? Lo que está en juego

Si votamos con criterio:

  • Elegimos perfiles con trayectoria y autonomía.
  • Construimos un sistema judicial más justo, más confiable.
  • Mandamos un mensaje: la ciudadanía también decide en la justicia.

Si no votamos (o lo hacemos mal):

  • Entregamos el sistema judicial a redes de poder político.
  • Profundizamos la simulación institucional.
  • Perdemos una oportunidad única de limpiar la casa.

Votar no es ingenuo. Es una forma de decir: el Poder Judicial también nos pertenece.

VI. Conclusión: votar para abrir grieta

La reforma judicial sólo tendrá sentido si rompe con la subordinación histórica del Poder Judicial al poder político.
No basta con nuevas reglas. Se necesita una nueva cultura.
Y esa cultura empieza con el voto.

Votar el 1 de junio no es elegir nombres: es elegir si seguimos simulando justicia o empezamos a construirla.

Elección judicial 2025

Estado de México
Domingo 1 de junio
Consulta, perfiles y ubicación de casilla en www.ieem.org.mx

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