Este martes 5 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las campañas de Kamala Harris y Donald Trump terminaron este lunes, marcando el final de una contienda histórica llena de altibajos.
Este lunes, tanto Harris, la actual vicepresidenta y candidata demócrata, como Trump, exmandatario y aspirante republicano, han intensificado sus esfuerzos de última hora para atraer a los votantes en estados clave que definirán el futuro del país.
Kamala Harris
Harris se ha concentrado en Pensilvania, un estado clave que aporta 19 votos al Colegio Electoral y que puede ser decisivo para asegurar su victoria. La demócrata eligió ciudades de clase trabajadora como Allentown y culminó con un mitin nocturno en Filadelfia, donde estuvieron celebridades como Lady Gaga y Oprah Winfrey. Este evento tuvo lugar frente al Museo de Arte de Filadelfia, famoso por las icónicas escaleras que inmortalizó la película Rocky, y subraya la importancia que Harris atribuye a este estado para ganar el respaldo popular.
Donald Trump
Trump, por su parte, inició su jornada en Raleigh, Carolina del Norte, y continuó con eventos en Reading y Pittsburgh, Pensilvania, lugares que también visitó Harris. Su campaña concluyó en Grand Rapids, Michigan, un sitio emblemático en el que ha cerrado sus campañas en elecciones anteriores, tanto en 2016 como en 2020, y que ahora se convierte en un símbolo de su estrategia final.
Los mensajes de cierre de ambos candidatos reflejan un contraste de tono y visión. Kamala Harris ha dado un giro en las últimas semanas, pasando de criticar a Donald Trump directamente a enfocarse en su propia propuesta, apelando a conservadores descontentos y a votantes moderados. Su mensaje enfatiza su compromiso con la clase trabajadora y su apoyo a los derechos de las mujeres, un grupo que mayoritariamente se inclina hacia su candidatura.
Trump, en cambio, mantiene una retórica intensa, describiendo al país en crisis, asediado por una «invasión» migratoria y amenazado por «enemigos internos». A sus 78 años, sus mensajes apuntan a reavivar el sentimiento de grandeza nacional, mientras advierte, como en 2020, que la única forma de perder sería a través de fraude. Esta declaración ha generado inquietud sobre posibles brotes de violencia ante una contienda tan polarizada.
Con alrededor de 75 millones de votos emitidos por adelantado o por correo, Estados Unidos se encuentra a unas horas de elegir a su próxima presidenta o presidente.

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