«Por favor, ayúdenme a encontrar a mis niñas»: sin rastro de Karol y Evelyn, desaparecidas en Chimalhuacán hace 4 años

María Guadalupe Olvera, tía de las dos niñas, continúa buscándolas, sin embargo, la falta de dinero y la omisión de las autoridades dificultan esta labor

Esta nota fue publicada en agosto de 2021

-Le tengo dos noticias, una buena y una mala. ¿Qué quiere escuchar primero?
-Dígame primero la mala
La mala es que todavía no encontramos a las niñas…
-¿Y la buena?
La buena es que no las hemos encontrado muertas

Esta plática fue la última que la señora María Guadalupe Olvera tuvo con autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Hablaban de Karol y Evelyn, dos niñas desaparecidas hace cuatro años y medio en la colonia San Lorenzo, en el municipio de Chimalhuacán.


Karol Guadalupe Hernández Olvera (12) y Evelin Marisol Martínez Baltazar (9) son primas. Una cámara en la calle captó el momento en el que fueron raptadas el 23 de enero de 2017. Ese día, a las 10 de la mañana, salieron de su casa rumbo a la papelería a comprar una monografía para sus tareas.

La grabación muestra que al salir del local iban en compañía de dos mujeres de complexión robusta e identidad desconocida, ellas caminan a su lado hasta que se esfuman. Ambas niñas ya no regresaron a su casa ni volvieron a su escuela Tierra y Libertad, donde estudiaban la primaria en el turno vespertino.

Después de más de cuatro años de su desaparición, autoridades y algunos familiares han abandonado su búsqueda. Los primeros por falta de interés; los segundos por falta de recursos económicos.

La búsqueda es silenciosa cuando no hay dinero

La señora María Guadalupe Olvera tiene 59 años de edad, se gana algunos pesos con la venta de ropa de segundo uso. Es tía de Karol y Evelyn. Desde que Karol era muy pequeña se quedó a su cargo; por la convivencia, el cuidado y el cariño ganado, la niña la llamaba Mamá Lupe.

María Guadalupe, tía de Karol y Evelyn, mantiene la búsqueda sin recursos ni acompañamiento de las autoridades / Foto: Mercedes Martínez

Mi hermana (mamá de Karol) me la encargó cuando murió de cáncer, no se pudo atender a tiempo y le creció en la matriz. Me quedé a cargo de la niña, pero también de Evelyn porque las dos son muy unidas”, recordó la señora Guadalupe en entrevista.

Por ahora, María Guadalupe es la única que continúa de forma insistente en la búsqueda de sus sobrinas, entre lágrimas y con una voz bajita recuerda con nostalgia a las dos niñas.

Los primeros días de la desaparición de Karol y Evelyn tuvo algo de apoyo: se pegaban y repartían volantes con sus fotografías. “Ya conocí todo el Estado de México, nada más de estar pegando volantes, todo Chimalhuacán, me fui a Neza, Chiconautla, Texcoco, hasta Toluca me fui”.

Algunos noticiarios difundieron el caso, circuló en redes sociales, las autoridades activaron dos Alertas Amber. Poco a poco y rápidamente, con el paso de los meses y los años, el caso también se esfumó de los diarios, de los escritorios del ministerio público y de las esperanzas de algunos familiares.

“Pago una lona en abonos”

Con la venta de algunas prendas que extiende el día de tianguis, la señora Guadalupe debe procurar mantenerse a sí misma, y al mismo tiempo debe buscar la forma para que el caso de sus sobrinas sea atendido. “Hoy las niñas ya son adolescentes de 17 y 14 años de edad”, recuerda con tristeza.

María Guadalupe tiene en su casa una lona con la ficha de búsqueda de Karol y Evelin, y de sus rostros basados en una progresión de edad. “La lona la estoy pagando, me costó 220 pesos, pero el señor que me la hizo, me hizo favor y se la estoy pagando en abonos. Le doy de a 20, le doy de a 30 y así se la he ido pagando, porque quiero que después me haga otra”, detalla la señora Olvera.

La falta de recursos es evidente. Hace un mes el hijo de Guadalupe falleció, el cuerpo lo tuvo tres días en su casa porque no había dinero para sepultarlo.

La tía de Karol y Evelyn, a quien llamaban mamá Lupe, no ha podido llevar una búsqueda como quisiera, por falta de dinero, tal como expresa, pero también por la evidente falta de interés de las autoridades.

Ellas son unas niñas muy inteligentes. Karol iba a tener un bailable y recuerdo que me dijo: ‘no mamá, no gastes en un vestido, yo puedo ponerme el que usó mi prima’. Porque ella entendía la situación. Ella y Evelyn eran muy unidas, siempre estaban juntas”, recuerda Guadalupe mientras pasa un poco de saliva para intentar no llorar.

La desaparición: el rapto

Uno de los últimos días de enero de 2017, Karol y Evelyn no volvieron de la papelería. Los padres de la más pequeña acudieron a la Fiscalía para denunciar la desaparición. La acostumbrada negativa del ministerio público no se hizo esperar y pedía que los familiares también esperarán 48 horas. Tras la insistencia y la presión por la difusión del caso, accedieron a activar dos Alertas Amber.

La papelería a la que acudieron se ubica a cincuenta metros de su casa. Evelyn vestía una chamarra rosa con lentejuelas, un pantalón azul y zapatos escolares. Karol llevaba una chamarra café, zapatos café y pantalón azul.

En la ficha de Alerta Amber se destaca que ambas niñas no regresaron a su domicilio. «Se desconoce su paradero hasta el momento, se teme por su integridad y que puedan ser víctimas de la comisión de un delito«, un copy-paste para el resto de las fichas. A pesar de la urgencia que advierte la propia Fiscalía, las menores de edad no han sido localizadas.

Chimalhuacán: dos Alertas de Género, y su población en pobreza

Desde julio de 2015, Chimalhuacán cuenta con una Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres al igual que una decena de municipios mexiquenses. Cuatro años después, en septiembre de 2019 se activó otra Alerta de Violencia contra las Mujeres, esta vez por la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres en el municipio. Asimismo, en otras cuatro localidades vecinas de la zona oriente: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca y Valle de Chalco. Hasta ese año se reportaron 86 mujeres desaparecidas, tan solo en Chimalhuacán.

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En su informe reciente, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) colocó a Chimalhuacán como uno de los 15 municipios o demarcaciones con el mayor número de personas en situación de pobreza a nivel nacional. Más de 483 mil personas se encuentran en dicha condición; mientras que 72 mil 174 están en pobreza extrema. En suma se trata de la mayoría de la población de esta localidad, es decir, 61.5%. Solo el 8 por ciento de la población de Chimalhuacán es considerada “no pobre y no vulnerable”.

Una persona en situación de pobreza es aquella que presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades. La pobreza extrema se presenta en tres o más carencias sociales y sin un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria.