■ La riqueza es minoría,
■ La clase media es frágil,
■ La pobreza es mayoría.
¿Qué es ser rico en México? (los datos)
Si la pregunta se responde con evidencia y no con aspiraciones, el mapa se aclara. Con base en la ENIGH del INEGI, el 10 % de los hogares con mayores ingresos inicia alrededor de 55 000–60 000 pesos mensuales y el 1 % superior supera los 150 000. Eso coloca a muchos en el estrato alto por ingreso, pero no entre los ricos estructurales. Cuando el criterio es patrimonio, el corte cambia: estimaciones usadas por Oxfam México muestran que el 1 % más rico concentra cerca de un tercio de la riqueza nacional, mientras la mitad de la población carece de activos relevantes. En términos operativos, ser rico no es ganar bien, es vivir del capital: inmuebles, empresas e instrumentos financieros que generan ingresos sin depender del salario. El sueldo es frágil; el patrimonio es poder acumulado.
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¿Qué es ser clase media? (lo que dicen los números)
La clase media mexicana es más estrecha y vulnerable de lo que sugiere el discurso. Con la ENIGH, los hogares entre los deciles IV y VIII concentran los estratos medios, con ingresos aproximados de 16 000 a 45 000 pesos mensuales por hogar. No son pobres, pero tampoco ricos: viven del ingreso corriente y no acumulan patrimonio. El matiz decisivo lo aporta el CONEVAL: una proporción significativa de estos hogares presenta al menos una carencia social, lo que los coloca en vulnerabilidad estructural. En México, la clase media no se define por estabilidad, sino por equilibrio precario.
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¿Qué es ser pobre? (definición estadística)
La pobreza no es una percepción; es una condición medible. Para CONEVAL, una persona es pobre si tiene ingreso insuficiente y al menos una carencia social (salud, seguridad social, vivienda, educación, servicios básicos o alimentación). Con datos de la ENIGH, esto describe a millones que, aun trabajando, no cubren lo elemental. Ser pobre es vivir una acumulación de desventajas que se refuerzan entre sí y bloquean la movilidad social.
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El Edomex en tres cifras (actualizado a 2025)
Con proyecciones demográficas y ajustes de ingreso y pobreza laboral a 2025, el Estado de México se resume así: 170 a 180 mil personas —alrededor del 1 %— pueden considerarse ricos reales por patrimonio; 6.6 a 7.0 millones integran una clase media frágil sostenida por el ingreso, y 8.2 a 8.5 millones viven en pobreza. Dicho sin eufemismos: el Edomex no es un territorio de clases medias consolidadas, sino un estado donde la riqueza es minoría, la clase media es puente inestable y la pobreza es mayoría.
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El verdadero problema: la brecha
Con cifras ajustadas a 2025, el diagnóstico es inequívoco: desigualdad estructural. La riqueza se concentra en pocas manos y la pobreza se distribuye masivamente; la clase media no es el eje del estado, es un tránsito riesgoso entre carencias y privilegios. Por eso, gobernar “para la clase media” elude el núcleo del desafío. El Edomex es mayoritariamente pobre y su tarea histórica no es ampliar el consumo aspiracional, sino acortar la brecha entre quienes concentran activos y poder y los millones que viven con carencias. Sin redistribución efectiva —fiscal y territorial—, cualquier otra agenda es cosmética.
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