‘La Chispa’ de Santa Ana: arte, conciencia y cultura popular

Jóvenes buscan atender la falta de acceso de los sectores populares al arte y la cultura, al mismo tiempo que promueven la conciencia y solidaridad con los movimientos sociales

El colectivo URTARTE dio vida a la Biblioteca y taller “la Chispa”  en Santa Ana Tlapaltitlán, espacio en el que desarrollan talleres y exposiciones dirigidas a todo el público.

En él se unieron expresiones artísticas y movimientos sociales, en una combinación que refleja el aumento de las protestas e inconformidad social entre la comunidad mexiquense.

ARTivismo

Ya sea reivindicando justicia por los jóvenes asesinados el 2 de octubre de 1968, exigiendo la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa, combatiendo el machismo o reivindicando los derechos de los campesinos y la clase obrera, los trabajadores del arte se han venido posicionando ante su realidad.

Nosotros como trabajadores del arte planteamos que parte de nuestra responsabilidad social es aportar nuestro trabajo artístico a los movimientos sociales. Aquí en el Valle de Toluca hemos tenido la oportunidad de convivir con jóvenes que se organizan, con campesinos, con varios sectores que tienen demandas; hay problemáticas sociales y les planteamos que de manera colectiva debemos solucionar eso, y nosotros aportamos material gráfico para que puedan ilustrar sus movimientos”.

Dentro de su trabajo el colectivo ha desarrollado campañas de difusión y acciones de solidaridad con distintos movimientos que se han generado en el Valle de Toluca, acompañando luchas sociales como las de la comunidad de San Francisco Tlalcilalcalpan, el movimiento feminista y el estudiantil.

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El arte como el pan: para todos

Ahora el proyecto de “La Chispa” busca que los sectores populares puedan acceder al arte y la cultura, pues por años han sido relegados de esta.

Es una necesidad no solamente de nosotros (…) de la misma comunidad que históricamente ha sido marginada  (…). Hemos notado que hace falta el acceso a la cultura y planteamos la necesidad de ofrecer este proyecto”, explicó Ulises Velasco, “Uva”, uno de los integrantes del colectivo

“La Chispa” también es entendida por Uva como una respuesta al arte impulsado de manera oficial, en el que se establecen mecanismos de control sobre que se dice y como se dice.

En la mayoría de espacios culturales que hay en el Estado de México (…) gran parte las acapara el gobierno, pero también se tiene cierto control de lo que se está produciendo, de lo que se está ofertando y si hablamos de espacios independientes, colectivos o jóvenes que quieran plantear algo distinto a lo que el estado ofrece, hay muy pocos”.

Para Aline Rodríguez, una de las jóvenes impulsoras de “La Chispa”, el espacio que empezó siendo una biblioteca y hace 3 años se convirtió en taller-biblioteca, ahora busca generar conciencia social, ese es uno de sus objetivos principales: “realizamos talleres de grabado, pintura, dibujo, cerámica, serigrafía (…) y buscamos por medio del arte generar conciencia social en la gente de todo lo que acontece”.

Pese a que desarrollan distintas técnicas artísticas, la que más resalta en “La Chispa” es la xilografía que “se caracteriza por tallar en madera (…) dejar huecos, la superficie que queda la entintamos y la estampamos en distintos materiales”, explica Uva quien reconoce que este trabajo artístico tiene una influencia importante de Oaxaca, donde, desde el 2006 a la fecha, la gráfica se ha caracterizado por el contenido social

Ahora Toluca avanza en este camino y puede encontrarse en sus calles.