■ Salinas Pliego, quitarle la llave del Edomex;
■ Morena sin liderazgo estatal efectivo;
■ El 27 llega con desierto de candidatos.

Es hora de cerrarle la puerta a Ricardo Salinas Pliego en Edomex
Durante décadas trató al Edomex como su mina y su caja chica, gracias a gobiernos priistas y panistas que confundieron el servicio público con servidumbre privada. Obtuvo agua en municipios sedientos, acceso a zonas de recarga, cercos sobre ríos comunitarios y un circuito de negocios que exprimió a millones con total impunidad. La 4T tiene aquí un deber elemental: cerrar el cajón del dinero, revisar cada concesión, retirar privilegios y poner fin a la idea de que este estado es patrimonio de un evasor con ínfulas de virrey. El Edomex ya no está para caprichos empresariales; está para poner orden.
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Cuando falta talla, hasta la silla estorba
La presidencia estatal de Morena cayó en manos de Luz María Hernández, pero el partido quedó sin conducción real. No tiene autoridad ni oficio para apagar los fuegos que hoy consumen al movimiento. Una dirigencia de talla habría buscado a Higinio, Mariela y Mexiquenses de Corazón desde el primer chispazo. Habría convocado, mediado, fijado línea. Pero no. Ni lo vio ni lo entendió. Mientras el conflicto interno escala, la dirigencia estatal permanece en silencio. Morena Edomex necesita brújula, no trámite; liderazgo, no oficina. Hasta ahora, Luz María Hernández no ha dado la nota.
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No tienen gallos y presumen plumas
Los wannabes del 27 en los quince grandes del Edomex son menos de lo que aparentan. La oposición cacarea, pero no produce cuadros; Morena se desborda, pero no ordena sus grupos. El PAN ya decidió sus refugios: Atizapán, Huixquilucan y Naucalpan. El PRI, fiel a su nostalgia, insiste en Naucalpan, Toluca y Valle de Bravo, aunque la realidad siga cerrándole el paso. En Neza y Ecatepec, la pelea es entre morenistas. En Toluca y Cuautitlán Izcalli, la reelección es cuestión de trámite. Todos simulan que falta tiempo, pero la elección ya empezó: es hora de escribir listas reales y dejar de presumir gallos imaginarios.
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Síndrome Gertz Manero ronda ciertos pasillos del poder
Un pequeño grupo de políticos fantasea con derribar al fiscal José Luis Cervantes, no por razones técnicas, sino porque preferirían un fiscal a modo. Pero Cervantes está bien plantado, con números, estructura y un respaldo que no quiebra un susurro. Sí, dentro del gobierno hay quienes no lo aprecian, natural. Pero también están quienes, desde la cercanía con la gobernadora, lo sostienen, conscientes de que abrir ese expediente sería un error mayor. Los conspiradores olvidan un detalle básico: el síndrome Gertz Manero solo avanza si el fiscal está debilitado. Y aquí, hoy, no lo está.
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El presupuesto no resuelve todo, pero decide todo
Para 2026, la gobernadora dispondrá de 410 000 millones de pesos, cifra inédita para un Edomex acostumbrado a justificar carencias. Con ese monto, se puede ordenar el transporte, rescatar el sistema hídrico, profesionalizar policías, dignificar escuelas, cerrar brechas regionales y limpiar intermediarios que tanto estorban. El argumento del “no hay” pertenece al viejo régimen, junto a sus excusas polvorientas. El dinero nunca sobra, pero esta vez sí alcanza para gobernar, no solo para administrar el desastre. La pregunta no es cuánto se tiene, sino qué se quiere hacer.

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