La lucha contra el VIH/SIDA

  El Día Internacional De Acción Contra El VIH-Sida, se conmemora el 1 de diciembre de cada año y es una fecha en la que se pretende no sólo tener mayor información sobre el padecimiento, sino también los avances y retos que enfrenta. Organismos internacionales como la ONU y la OMS han fijado como meta […]

 

El Día Internacional De Acción Contra El VIH-Sida, se conmemora el 1 de diciembre de cada año y es una fecha en la que se pretende no sólo tener mayor información sobre el padecimiento, sino también los avances y retos que enfrenta.

Organismos internacionales como la ONU y la OMS han fijado como meta erradicar esta enfermedad para el 2030, una expectativa sumamente ambiciosa debido a que en el 2015 36.9 millones de personas ya estaban infectadas.

En nuestro país, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, hasta el tercer trimestre del 2016 se tenían registrados casi 186 mil personas que viven infectadas, pero el 40 por ciento aun no lo sabían. Además de que alrededor de 75 mil personas son las que habían recibido ya un tratamiento en forma.

En el Estado de México existen 23 mil 900 personas con VIH/SIDA y los municipios que tienen un mayor índice son Nezahualcóyotl, Ecatepec, Naucalpan, Cuautitlán, Toluca y Amecameca.

Recordemos que esta enfermedad se puede transmitir de varias formas: relaciones sexuales, transfusiones de sangre contaminada, intercambio de agujas u otros objetos punzo-cortantes contaminados, la transmisión de la madre al hijo durante el embarazo, el parto o el amamantamiento.

Vale la pena reflexionar que es necesario que cualquier persona que tenga una vida sexual activa se practique la prueba, pues ese 40 por ciento que ya tiene el virus y que aún no lo sabe, puede ser en un futuro la gran diferencia; mientras que el segundo reto que enfrentamos como Nación, es dotar de tratamiento a cada persona contagiada, ya que en la actualidad las personas que tienen el padecimiento pueden tener una buena calidad de vida, puesto que se ha reducido el margen de mortalidad, así como todas aquellas imágenes que teníamos de la enfermedad en los años setenta y ochenta.

Un examen clínico puede cambiar tu vida, así que vale la pena hacértelo.