La Presa Madín y el daño ambiental que las empresas se niegan a pagar

Desde hace más de una década, el agua está contaminada por las descargas tóxicas provenientes de los desarrollos que se levantan alrededor

A orillas de la Presa Madín, un hombre se mantiene inmóvil sobre una silla de tela, una sombrilla le cubre del sol mientras sostiene una caña de pescar. A un lado, una red en color negro se pierde bajo el agua. Cuando atrapa un pez carpa, lo coloca en la red que le permite al pez volver al agua, pero sin alejarse del hombre.

El ambiente silencioso y las ventiscas frescas hacen más ligera la sequedad de los árboles y el terreno. La pesca, las caminatas y el kayak funcionan como un escape del estrés y el trajineo de la vida diaria en la zona metropolitana del Valle de México.

Sin embargo, en medio de esa quietud, es posible ver los desarrollos inmobiliarios que se pintan de blanco mientras se acumulan uno tras otro. Parecen anunciar una inminente asfixia urbana, como ocurre en el resto de Atizapán y Naucalpan. Ambos municipios dependen de forma importante del abastecimiento de agua potable procedente de la Presa Madín.

Un desarrollo inmobiliario pone en riesgo el entorno de la Presa Madín / FOTO: Mercedes Martínez

La Presa es punto de destino para algunas aves migratorias como garzas grises y blancas; y punto de salida para peces carpa, que se suelen cocinar a la parrilla o en el horno. A pesar de su semblante de vida, desde hace más de una década, el agua donde se posan estos animales es contaminada por las descargas tóxicas provenientes de los desarrollos que se levantan alrededor.

Activistas y organizaciones como SOS Salvemos Presa Madín, Nacel Arcoiris, Amigos Cuenca Madín y Preserva Madín piden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que admita la Acción Colectiva 4/2021, para dar luz verde a un proceso de demanda en contra de las empresas y organismos públicos que han causado el daño ambiental durante años. Si la SCJN acepta esta acción colectiva, entonces existiría la posibilidad de iniciar un juicio por delitos ambientales.

Desafortunadamente, esta no es la primera vez que los colectivos intentan llevar la problemática de los daños en Presa Madín a instancias judiciales. La primera vez que generaron una Acción Colectiva como esta, un juez la rechazó al considerar que no existía tal daño ambiental. Esto, a pesar de que estudios de toxicología demostraban lo contrario, así lo explicó Heddi Serret, integrante del colectivo SOS Salvemos Presa Madín.

Los desarrollos inmobiliarios parecen anunciar una inminente asfixia urbana / FOTO: Mercedes Martínez

«En una segunda ocasión, reunimos 400 firmas necesarias para el trámite; nos pidieron que además de las firmas comprobáramos con identificación oficial la existencia de estas personas y así lo hicimos. Un juez rechazó la acción porque en uno de los nombres se leía ‘Fco’, mientras que en la identificación oficial estaba como ‘Francisco’, por lo que no procedió«, lamentó Heddi. «Esta vez, no hay motivos para desecharla«, advirtió.

En su tercer intento, el apoyo del público en general para lograr ejercer presión positiva ante al SCJN podría ser decisivo. «De forma que la acción colectiva no sea rechazada otra vez, como ha ocurrido en dos ocasiones anteriores«.

Por la reparación del daño…

En términos jurídicos, a través de la promoción de la Acción Colectiva, las personas firmantes buscan reclamar la reparación del daño.

El objetivo de este tipo de acciones es que exista una sentencia que obligue a la restitución de las cosas al estado que guardaban antes de que se generara el daño.

Con la acción 4/2021 se pretende fincar responsabilidad contra desarrolladoras, pero también contra los organismos públicos locales y estatales, así como contra la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), por omisión. Una vez que la acción sea recibida y aprobada en la SCJN, la parte señalada sería notificada.

En la Presa Madín se han encontrado cantidades considerables de diversos contaminantes orgánicos y químicos / FOTO: Mercedes Martínez

Las descargas con desechos tóxicos provenientes de las construcciones que se erigen alrededor de la Presa Madín contaminan severamente el agua y causan un daño importante en los peces. Actualmente, investigadores realizan estudios para conocer si este daño existe en un nivel similar en el cuerpo humano de quienes reciben el suministro de agua desde esta Presa. De acuerdo con declaraciones de representantes de colectivos, Conagua ha testificado la contaminación y el daño.

Más barata una multa, que una planta de tratamiento

«Las plantas de tratamiento son caras, al igual que su mantenimiento. Muchas veces, las desarrolladoras prefieren pagar la multa que es mucho menor, que hacer una inversión para una tratadora«, dijo Serret. En este contexto, las constructoras optan por descargar los desechos y el agua directamente a la presa, sin que pase por un proceso de tratamiento y descontaminación. «Las autoridades se justifican y dicen que ellos no pueden ir a supervisar las construcciones porque no se han terminado oficialmente, pero algunas ya están habitadas y hasta vendidas«.

Las construcciones se levantan «en un perímetro menor a cincuenta metros de la altura del agua». Todo lo que ocurre alrededor impacta en la presa: se pierde la flora y la fauna y se contamina el agua. No deberían construir alrededor de la presa. ¿Las golondrinas, garzas, patos, donde van a vivir en esos metros de espacio?, cuestionó la activista.

Contaminantes con niveles anormales

La Doctora Marcela Galar, encargada del Laboratorio de toxicología acuática de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), explicó que en la Presa Madín han encontrado diversos contaminantes orgánicos y químicos en «cantidades importantes» como el aluminio, y otros emergentes como el diclofenaco.

En 2014, además de fármacos, plaguicidas y productos de higiene, investigadores encontraron metales como fierro, mercurio y aluminio, de este último con concentraciones de hasta 24 partículas por millón, cifra superior a la permitida para no afectar la vida acuática, de 0.5 partículas.

La especialista detalló que estos contaminantes generados por las descargas tienen repercusión sobre la salud de diferentes organismos, entre ellos la carpa común (peces), en los que se produce estrés oxidativo, malformaciones genéticas y otros daños. Galar aclaró que, aunque la mayoría de los cuerpos de agua con actividad humana cercana suelen presentar este tipo de contaminación, no debe considerarse como algo normal. «Lo normal es tener un cuerpo de agua libre de contaminantes«.

«En la Presa Madín están descargando agua sin que sea tratada, como el agua del drenaje, y la consecuencia será una cantidad de contaminantes elevadas que repercutirá en el ecosistema, y que ya estamos viendo en algunos animales que viven ahí. Cada año tenemos menos aves, precisamente porque no encuentran agua y alimento de calidad«.

Galar recordó que la Presa es solo una parte de la Cuenca Madín que, a su vez, se ve amenazada por diversas presiones, una de ellas es el cambio del uso de suelo de la zona. «Es fundamental que nos sintamos parte del ecosistema de la Cuenca de Madín y busquemos cuidarlo y preservarlo«. La Cuenca de Madín abarca, además, los municipios de Tlalnepantla y Jilotzingo.