La Quinta Columna

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En el fútbol, si algo molesta a los jugadores, exacerba a la tribuna y ensucia el juego es la actitud protagónica, burlona, grosera e incluso insultante del árbitro

Cuando se habla más del árbitro que del partido es mala señal para la autoridad y el aficionado.

En el fútbol, si algo molesta a los jugadores, exacerba a la tribuna y ensucia el juego es la actitud protagónica, burlona, grosera e incluso insultante del árbitro que va mas allá de lo que profesionalmente se espera de él.

Si a eso sumamos un manejo parcial y tendencioso de las tarjetas amarillas, la marcación de faltas, el juzgar jugadas similares con criterios diferentes, por fuerza nos lleva a que se cuestione la imparcialidad del silbante.

El resultado es que se atenta contra el espectáculo y se crea un ambiente que va contra el juego limpio, pero sobretodo, la convicción en el espectador, de que ojalá nunca vuelva a tocarle un arbitro así a su equipo.

En una contienda electoral pasa exactamente lo mismo. Esto es evidente en el ejercicio de revocación de mandato, el consejero presidente y algunos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) organizaron mal y de malas el proceso.

Aquí un decálogo de muestra:

  1. Desde un principio mostraron su resistencia. Desde una posición protagónica intentaron excusarse en la falta de recursos
  2. Intentaron ilegalmente aplazar el proceso
  3. Obstaculizaron y cuestionaron la recolección y acreditación de firmas ciudadanas
  4. Se inventaron un dibujo animado de un chile chipotle para comunicar de manera grotesca
  5. Se hicieron de la vista gorda con los que desacreditan el proceso y rigurosos con quien apoyaba
  6. Fijaron la fecha para ir a las urnas en domingo de Ramos (inicio de vacaciones)
  7. Organizaron foros evidentemente tendenciosos
  8. Participaron en entrevistas descalificando abiertamente
  9. Pretendieron que no se supiera del proceso llegando incluso a decir la ubicación de las casillas hasta el último momento
  10. Ahora que ven que va a ver más participación de la esperada pretende que el Tribunal Federal Electoral proceda a descalificar el proceso
  11. Eso es atentar en contra de la voluntad ciudadana y la democracia. Pero afortunadamente en todo han fracasado y nada es para siempre, tiempo al tiempo