Por fin terminaron los muy anticipados procesos de selección de preabanderadas a la Presidencia

Por fin terminaron los muy anticipados procesos de selección de preabanderadas a la Presidencia
La población en general se tendrá que blindar ante el inminente ejercicio de manipulación y desinformación

Por fin terminaron los muy anticipados procesos de selección de preabanderadas a la Presidencia de la República, tanto del PRIAN-PRD como de Morena-Partido Verde Ecologista y PT.

Fueron procedimientos que, aunque a primera vista tienen marcadas diferencias, empezando por la trayectoria personal y profesional de las contendientes que resultaron triunfadoras, también tienen al menos cinco puntos de coincidencia.

1.— Si se contara con una legislación clara en materia electoral, ninguno de los dos debiera de haberse podido realizar, pero derivado de la cerrazón-complicidad, entre otros, de los que abanderaron «El INE no se toca», se constituyeron en un anticipado ejercicio de posicionamiento personal con cargo al erario público, que establece una desventaja competitiva para futuros contendientes.

2.— Las encuestas fueron el instrumento que se eligió en los dos casos, para, mediante una muestra estadística, escuchar a sus militantes, pero la promoción fue dirigida a población abierta, el dispendio de recursos fue notorio.

3.— En ambos procesos se presentaron inconformidades públicas ante la presencia de los medios de comunicación, de por lo menos un contendiente, que alegó dados cargados y prácticas antidemocráticas.

4.— Se declararon a mujeres como triunfadoras en las contiendas, lamentablemente en ambos casos los ataques de sus adversarios rayan en la violencia política en razón de género.

5.— Los múltiples ataques entre los participantes y seguidores, de ambos bloques de partidos, pueden ser un anticipo de lo que nos tocará soportar el próximo año, donde además se verá la contienda por el mayor número de cargos de elección popular de la que se tenga memoria —más de 20,000—.

La población en general se tendrá que blindar ante el inminente ejercicio de manipulación y desinformación a la que se verá expuesta, como dijera el clásico: «Serenidad y paciencia».