La laguna del Bordo de San Jerónimo, en San Pablo Autopan, Toluca, una vez atractivo natural y recurso vital para agricultores locales, ahora solo significa un charco de agua lleno de contaminación y aves muertas.




De ser refugio para aves como patos y garzas, se ha convertido en un cuerpo de agua invadido por desechos y llantas abandonadas, generando una severa contaminación en Pablo Autopan con un olor fétido que emana del lugar, consecuencia de la escasez de lluvias y el descuido de la población.
Tras el descubrimiento de aves muertas en la laguna, la asociación Acción Juvenil por El Cambio del Pueblo A.C. intervino, contabilizando alrededor de 83 aves de distintas especies sin vida. Vecinos indican que la cacería puede estar en el origen de estos decesos.




A través de sus redes sociales, la asociación informó sobre denuncias presentadas ante el SENASICA y la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de Enfermedades de los Animales, buscando tomar medidas efectivas.




La laguna se consideraba como un espacio familiar en Pablo Autopan. Sin embargo, la escasez de lluvias ha acumulado desechos y ha transformado el paisaje en un terreno árido y de extrema contaminación, donde las aves luchan por encontrar alimento entre la basura en la laguna de Pablo Autopan.




Los residentes reconocen la responsabilidad humana en las actuales condiciones de la laguna, con un panorama de desechos que incluye botellas, bolsas y llantas, una imagen recurrente de la contaminación que aqueja a Pablo Autopan.

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