Toluca, México; 6 de diciembre de 2018. Entre los gritos de justicia y la negligencia policiaca, la furia se apodera de los cuerpos de un contingente espectador, están los ojos que miran, las manos que señalan y las lenguas que incitan a otros a ejercer justicia por mano propia. Están las víctimas, los culpables y sobre todo los presuntos delincuentes.
En los últimos 26 años se han registrado, al menos, 366 casos de linchamiento en la república, la mayoría en la zona centro del país. El 50 por ciento de los anteriores refieren al delito de robo, 16.2 por ciento por atropellamiento y 6 por ciento por denuncias de violación, secuestro o asesinato, así lo dio a conocer un cuaderno de investigación sobre Linchamientos en México de la Dirección General de Análisis Legislativo.
El promedio de casos al año es de 16 linchamientos, sin embargo, existen casos atípicos, ejemplo de ello fue el 2014, cuando se registraron 63 linchamientos con especial incidencia en, Puebla, Ciudad de México y Estado de México, este último contabiliza 16 intentos en la región del Valle de Toluca, según datos de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito.
Tan sólo en julio, en la capital mexiquense se registraron cinco intentos, ejemplo de ello fue el caso que se suscitó en Tlacotepec contra dos hombres que supuestamente intentaron robarse vehículos, el 19 de julio. Dos días más tarde, un hombre fue agredido en Calixtlahuaca por su supuesta participación en el robo de una camioneta; el 22 de julio un hombre fue retenido por vecinos de San Mateo Otzacatipan por una presunta violación en contra de una mujer.
De acuerdo con Francisco Rivas Rodríguez, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), la incidencia de linchamientos es por un antecedente de impunidad, ya que existe desconfianza en el sistema de justicia; según el índice global de impunidad México 2018, menos del 4 por ciento de las denuncias tienen algún resultado; la situación más crítica es la de la entidad mexiquense, con un índice de impunidad de 80.06 puntos. De cada 200 denuncias iniciadas en el Estado de México, sólo una llega a sentencia condenatoria.
Los linchamientos son una violación al artículo 17 de la carta magna, ya que ninguna persona puede hacer justicia por sí misma para reclamar su derecho, ante ello, el fiscal general de justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, indicó que existe la libertad para detener al presunto autor de un crimen, sin embargo la población no puede hacer justicia por su cuenta.
Actualmente, la Fiscalía cuenta con carpetas de investigación en contra de quien resulte responsable por el intento de linchamiento y, si fuera el caso, de linchamiento en concreto, aunque no exista un registro de los anteriores por parte de la dependencia.
Sin embargo, advirtió que en la mayoría de los casos existe equivocación, tal y como fue el caso de Felipe de Jesús Cruz Vázquez, quien fuera asesinado a finales del año pasado a manos de una turba enfurecida en el municipio de Tenancingo al ser acusado de “roba chicos”; el único argumento para su detención fue una actitud sospechosa, aunque fue rescatado por elementos de seguridad pública, los pobladores de San Martín Coapaxtongo le agredieron nuevamente y murió víctima de las lesiones. Cruz Vázquez venía de Estados Unidos y regresó a México para visitar a su familia.
En las últimas décadas se contabilizaron más de 300 casos de linchamientos, el Estado y la Ciudad de México encabezan la lista, de acuerdo con el estudio “Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014)”, el municipio con mayor incidencia es Ecatepec, ya que de 2014 a 2015 se registraron 12 casos de intentos de linchamientos, en donde la autoridad intervino.
Según datos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana hubo doce agravios, diez de ellos por lesiones físicas y el resto por impacto de bala. A pesar de la incidencia y el crecimiento exponencial de los mal llamados “justicieros”, una investigación de La UAM Azcapotzalco revela que los linchamientos no son soluciones viables a los conflictos, ya que tienen una cierta “connotación de acción colectiva capaz de generar simpatía”. La violencia de grupos organizados que pretenden inmiscuirse en la vida pública pone en duda la legitimidad del Estado de Derecho.
Uno de los casos más recientes fue el linchamiento de un presunto asaltante en Juchitepec, Estado de México, según información oficial, el hombre habría sido detenido con tres individuos más, y fueron capturados por pobladores, luego de ser sorprendidos robando. Uno de ellos murió víctima de las lesiones, los otros, fueron resguardados por elementos de seguridad estatal.
En el Estado de México es común mirar pancartas y lonas con amenazas “Ratero, si te agarramos te linchamos”, “Mi vecino me vigila” y “No te entregamos a las autoridades, te linchamos” como resultado del hartazgo social, y la poca o nula intervención de las autoridades, ya que la entidad mexiquense registra una media mensual de 22 mil 852 delitos, según datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. Lo que explica una relación en la tendencia a linchamientos. De acuerdo con una investigación realizada por el diario Sin embargo, las entidades con mayor número de linchamientos registrado son Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla y Oaxaca principalmente.