¿Listas las “Universidades para el Bienestar”?

  La propuesta de campaña presidencial, que luego se convirtió en iniciativa para abrir cien nuevas universidades en el país ya está arrancando. Así es, el nombre, por lo menos, ya está: “Universidades para el Bienestar Benito Juárez”. También ya se encuentran abiertas las inscripciones, mismas que se tienen que realizar on-line, aunque no hay […]

 

La propuesta de campaña presidencial, que luego se convirtió en iniciativa para abrir cien nuevas universidades en el país ya está arrancando. Así es, el nombre, por lo menos, ya está: “Universidades para el Bienestar Benito Juárez”. También ya se encuentran abiertas las inscripciones, mismas que se tienen que realizar on-line, aunque no hay información precisa de cuándo arrancarán los cursos.

De acuerdo a la convocatoria publicada, se admitirán en estas instituciones a estudiantes con edades entre 18 y 29 años de edad. Y no son cien sino ciento uno los planteles anunciados. Al menos eso es lo que están en la lista, que se puede consultar en www.crefal.org. ¿Qué planes de estudio se ofertan? Están desde algunas carreras “clásicas”, como Derecho, Contabilidad y Administración Pública, Ingeniería Civil, Enfermería, Veterinaria y Normal (educación básica), como otras “nuevas”, por ejemplo “Gestión integrada del agua”, “Patrimonio histórico y social”, “Ingeniería en biodiversidad tropical”, “Medicina integral y salud comunitaria” y “Licenciatura en educación física (beisbol).

 

 

Los planteles se van a encontrar en casi todos los estados de la República, con la excepción de Baja California Sur. Las entidades con más presencia son Veracruz, Chiapas, Oaxaca, la Ciudad de México y Guerrero. En el caso del Estado de México se han abierto convocatorias para tres carreras: Ingeniería Civil (en Texcoco), Gestión integrada del agua (en Villa de Allende) e Ingeniería agroalimentaria (en Villa del Carbón).

Para ingresar no se realizará examen de admisión, pero en caso de que halla mucha gente queriendo entrar –dice la convocatoria– se hará un sorteo para el ingreso. Se anuncia una beca de 2,400 pesos mensuales a todos los estudiante que sean admitidos y se mantengan estudiando en ellas. En caso de que alguien se interese en una carrera que no está en su lugar de residencia, se pueden inscribir a otra y también recibirán apoyo para traslado y hospedaje (mismo que será en la casa de alguna familia que habite en el lugar donde estudiará).

También se sostiene en la convocatoria que todos los materiales que requieran para los estudios se les proporcionarán a los estudiantes de manera gratuita. Se anuncia, asimismo, que “cada plantel contará con biblioteca, sala de cómputo, aulas espaciosas, comedor, laboratorios, así como campos de cultivo y espacio para el conocimiento y producción de energías renovables”. Los estudios son estrictamente presenciales, no se admiten estudiantes de tiempo parcial y “en todos los planteles se estudia y practica el conocimiento de al menos una lengua originaria”.

La duración de la carrera es de 8 ciclos, de 14 semanas cada uno. Esto implica que egresar llevará no más de tres años. Cabe señalar que, al tiempo que se está convocando a estudiantes para ingresar, también el programa tiene abierta una plataforma para recibir solicitudes de profesionales que quieran integrarse a la planta docente. Los requisitos básicos son título, cédula profesional y evidencia de su práctica académica.

Como lo mencionamos en anteriores colaboraciones en las que abordamos este tema, se confirma que no se trata de universidades, pues lo que refiere el Programa de las Universidades para el Bienestar no alcanza para cubrir las características que la propia SEP reconoce a la instituciones de educación superior: docencia, investigación y difusión. Estos desde luego podrían pensarse como planteles de educación profesional que brindarán acceso a ese nivel de estudios en regiones donde antes no existía esa posibilidad. Es un Programa del actual gobierno federal y requerirá años para verlo operar y dar frutos. Sería un buen deseo que se construya con bases jurídico-administrativas firmes, proyectos académicos sólidos y legitimidad social para que puedan vivir por muchos tiempo y no cierren sus puertas tan rápido como parece que las va a abrir.