La tarde del lunes 2 de junio, una tormenta con granizo azotó al Valle de Toluca, provocando severas inundaciones en al menos siete municipios de la región. Las imágenes de vehículos varados, peatones atrapados y calles transformadas en ríos urbanos se multiplicaron a lo largo de la jornada, evidenciando —una vez más— la vulnerabilidad estructural de una zona que, cada temporada de lluvias, revive una emergencia ya anunciada.
Los municipios de Toluca, Metepec, Lerma, San Mateo Atenco, Zinacantepec, Ocoyoacac y Chapultepec registraron anegamientos, colapsos viales y afectaciones en infraestructura pública. En Toluca, el puente Pilares quedó completamente inundado; en Metepec, las calles Francisco I. Madero y Tecnológico fueron clausuradas ante la imposibilidad de circular. Las autoridades locales activaron protocolos de emergencia, movilizando a cuerpos de Protección Civil, Bomberos y Policía, mientras en redes sociales circulaban videos de niños atrapados en juegos infantiles en la unidad Infonavit de Lerma.
Uno de los casos más simbólicos se dio en Zinacantepec, donde el agua ingresó incluso a la alberca olímpica “Juan Fernández Albarrán”, dejando en evidencia la fragilidad de la infraestructura deportiva frente a fenómenos meteorológicos extremos.
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La causa está bajo nuestros pies
Más allá del fenómeno climático puntual, las raíces del problema son profundas y estructurales. El Valle de Toluca padece desde hace años un sistema de drenaje pluvial insuficiente, agravado por el taponamiento de rejillas, la acumulación de basura y el crecimiento urbano desordenado. Colonias enteras se han desarrollado sobre antiguas zonas lacustres sin respetar criterios mínimos de seguridad hidráulica.
De acuerdo con el Atlas de Riesgos 2022-2024, hay zonas de Toluca —como San Pedro Totoltepec, San Pablo Autopan o Santiago Tlaxomulco— que enfrentan un riesgo constante de inundación. El desbordamiento de ríos como el Lerma, el Tejalpa y el Verdiguel amenaza cada año a cientos de viviendas, escuelas y terrenos agrícolas. El drenaje colapsa, los sistemas de bombeo fallan y el agua reclama el terreno que antaño fue suyo.
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Urbanizar sin absorber
La arquitecta Susana Bianconi, especialista en temas de urbanismo y medio ambiente, advierte que el modelo actual de desarrollo urbano está agravando la situación. “Estamos haciendo vialidades extremadamente impermeables”, señala. En lugar de diseñar calles que funcionen como esponjas naturales —con camellones permeables y vegetación que retenga el agua—, se construyen plataformas rígidas que rechazan la lluvia y la desvían hacia las viviendas.
Su diagnóstico es contundente: “Sufrimos las consecuencias de una mala urbanización. Es necesario cambiar la geometría de las vialidades”.

Terrenos que nunca debieron urbanizarse
Uno de los focos de conflicto es la zona de San Pedro Tultepec, enclavada en lo que fue la laguna de Chimaliapan. Según Bianconi, muchas de estas tierras fueron ocupadas ilegalmente tras la desaparición de cuerpos de agua naturales. Las consecuencias son hoy inevitables:
“No es que las casas se inunden, es que fueron construidas sobre tierra lacustre. Esas áreas debieron conservarse como zonas protegidas”.
La normativa urbanística establece que no se debe edificar a menos de 10 metros de la cota máxima de inundación de un cuerpo de agua. En el Valle de Toluca, esa advertencia parece haber sido ignorada sistemáticamente.
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Soluciones posibles, pero postergadas
Entre las alternativas viables figura la instalación de pozos de absorción en puntos estratégicos. Se trata de una medida sencilla: cavar profundos depósitos rellenos de piedra suelta donde el agua pueda filtrarse lentamente al subsuelo. Esta opción permitiría mitigar los efectos de lluvias intensas sin recurrir a costosas obras de infraestructura.
La tormenta del lunes no fue la primera ni será la última. Mientras el clima continúa imponiendo su fuerza y la urbanización persiste sin orden ni planeación, miles de familias seguirán expuestas a perderlo todo en cada aguacero.
¿Qué hacer si tu vivienda se inunda en Toluca?
El Ayuntamiento de Toluca pone a disposición de la ciudadanía un protocolo de apoyo en caso de inundaciones. Para solicitar maquinaria de desazolve o atención urgente, los afectados deben enviar un oficio dirigido al director del Organismo de Agua y Saneamiento, incluyendo nombre, teléfono, dirección y copia de una identificación oficial. El documento puede enviarse al correo [email protected] o entregarse en las oficinas correspondientes.
En caso de emergencia, también están disponibles los teléfonos 722 276 1900 (Ayuntamiento), 722 212 0909 (Protección Civil) y 911.
Porque cuando el agua entra a casa, cada minuto cuenta.



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