Toluca, México; 17 de agosto de 2018. Una intensa lluvia, que duró menos de una hora el miércoles 15, fue suficiente para cobrar dos vidas y provocar severos daños en el municipio de Chimalhuacán; un día después de la tromba, los habitantes no podían recuperarse, los daños se ven y se pulsan abajo del cerro que fue testigo de los ríos que colmaron calles, arrastrando vehículos, piedras, troncos y basura. En medio de aquella tragedia, también hubo espacio para héroes locales, como el empleado de una farmacia que rescató a un menor arrastrado por la corriente.
Esta semana se cumplen, también, 18 años del enfrentamiento que protagonizaron en la plaza municipal de Chimalhuacán los seguidores de Guadalupe Buendía Torres "La Loba" y los del entonces alcalde entrante, Jesús Tolentino Román Bojórquez, líder del movimiento Antorcha Campesina. El enfrentamiento dejó un saldo de 9 personas muertas y 52 heridos. En el municipio, la señora "Loba" ya no está, pero su lugar sigue ocupando por un cacique llamado don Tolentino, convertido en amo y señor del municipio. Ha sido dos veces alcalde y, a partir del 1 de enero, será alcalde nuevamente. Los 40 familiares que llegaron a la nómina del Ayuntamiento a través de la señora Guadalupe Buendía están dispersos por el municipio, donde los habitantes cuentan, a quien los quiera escuchar, las dudas de que la poderosa señora “Loba” siga purgando la sentencia de 50 años que le fue impuesta por los hechos violentos de aquel 18 de agosto del 2000.
Foto: Ramsés Mercado.
La escultura de El Guerrero Chimalli, de 30 millones de pesos y fabricada por el escultor Sebastián – el mismo que le vendió a Carolina Monroy la “M” en Metepec -, da la bienvenida al municipio perturbado. Hoy la estampa común en las calles se compone por amas de casa, padres de familia y niños -pala en mano- levantando lodo y escombros. Prácticamente, todas las calles de Chimalhuacán lucen polvorientas, camiones tipos Vactor desazolvan coladeras, mientras que camiones y maquinaria pesada levantan escombros. Un día después de la tromba, la calle Conagua en el Barrio San Pedro es una piscina olímpica y trabajadores de la Opdapas local continúan drenando al menos tres domicilios anegados, pero los mayores daños se observan en las calles del Barrio de Xochitenco, a los pies del cerro. Ahí, hombres y mujeres limpian vías, otros levantan basura y hay quien continúa sacando agua de las casas.
El callejón del Jazmín es una de las zonas más dañadas, en el cruce con la Avenida Juárez están los rastros de árboles y cerro desgajado y ahí, en lo más alto, una familia hurga entre los escombros para de recuperar lo que pueda de sus pertenencias. Ascender al cenit del barrio se vuelve difícil por el lodo que se acumula, mientras que los antiguos caminos de terracería prácticamente han desaparecido, los tubos de drenaje siguen siendo rescatados a más de cien metros y algunos tienen que ser reparados.
En esa calle, la mayoría de las familias buscan más que un apoyo; por lo menos alguien que recoja las ruinas y el lodo acumulado, pues acusan que las autoridades municipales no quieren subir por los escombros. A decir de los habitantes, es la tromba más grande en los últimos diez años y, aunque afirman que fue menos de una hora de lluvia, fue suficiente para cobrar la vida de dos personas que fueron arrastradas por el agua en el primer cuadro del municipio, además de dejar una estela de escombros. Hoy el polvo cubre prácticamente todo el municipio que Jesús Tolentino Román Bojórquez, líder de Antorcha Campesina, considerado el grupo violento del PRI en la región, gobernará por tercera ocasión consecutiva.