Lo mejor del Se Dice Que

  El IEEM se ha convertido en parte del problema y no en la solución. Las ambiciones de  partidos y grupos de interés han acabado con él. La institución está destrozada, dio la espalda a los ciudadanos. Quien debería salir a aclarar las cosas es el IEEM. Como institución al servicio de los ciudadanos, está […]

 

El IEEM se ha convertido en parte del problema y no en la solución. Las ambiciones de  partidos y grupos de interés han acabado con él. La institución está destrozada, dio la espalda a los ciudadanos.

Quien debería salir a aclarar las cosas es el IEEM. Como institución al servicio de los ciudadanos, está obligada –bajo el principio de máxima difusión– a precisar con toda claridad, y en todos los medios, que los resultados dados hasta ahora son preliminares y por ningún motivo pueden darse como definitivos. Pedro “el Malo” Zamudio y sus muchachos consejeros actúan como verdaderos traidores a la democracia.

Muchas explicaciones deben a la sociedad, que es la que paga sus salarios, los consejeros Palmira Tapia Palacios, Miguel Ángel García Hernández y Saúl Mandujano Rubio, en su calidad de presidenta e integrantes, respectivamente, de la “Comisión Especial para la Atención del Programa de Resultados Electorales Preliminares y Conteos Rápidos” del IEEM, por la irresponsable, precipitada y tenebrosa decisión de declarar –sin certeza suficiente– un ganador en el conteo rápido, y la pésima operación del PREP, que alimentó en el colectivo social la sospecha de manipulación para el fraude electoral y que ha derivado en un conflicto que generará altísimos costos a la entidad.

Por obligación ética y legal, Palmira, Miguel Ángel y Saúl, junto con todos los integrantes de su Comité Técnico Asesor (Alberto Alonso y Coria, Francisco Javier Aparicio Castillo, Arturo Erdely Ruiz, Carlos Erwin Rodríguez Hernández y Karla Valenzuela Ocaña) deben explicar por qué las cuentas no salen, en un sistema que costó carísimo a los ciudadanos; si las fallas fueron premeditadas, y si éstas alteran el resultado de las votaciones. No es suficiente un “ustedes disculpen, nos equivocamos”; podrían haber incurrido en la comisión deliberada de un delito electoral.