Lo que queda del PRI

El priismo mexiquense terminó convertido en caricatura de sí mismo, un remedo del partido que alguna vez fue. Si ese es el PRI que irá a pedir el voto en 2027, su destino es obvio: no merece ganar nada

Escucha Se dice que aquí…

  • Ruindad en Toluca,
  • Informes imaginarios en Metepec,
  • Límites y símbolos en el Edomex,
  • El costo del descontrol,
  • El enigma del Moral.
Imagen de un grupo de personas celebrando en un evento político, con pancartas y sonrisas, destacando a un líder en el centro.

La ruindad como método

Bastó mirar a los pocos priistas que quedaron el sábado en Toluca para medir el derrumbe. Aplaudieron a Alejandro Moreno como si no fueran testigos, sino cómplices. Ese gesto resumió la decadencia del PRI: asumieron como líder a un personaje que encarna todos los peores defectos de la política mexicana. Corrupto, cínico, mitómano, violento en el habla, ignorante en el fondo y amoral en la práctica. Su trayectoria es un manual de cómo destruir instituciones y degradar la vida pública. Y, aun así, lo celebraron, como si la ruina fuera una medalla. El priismo mexiquense terminó convertido en caricatura de sí mismo, un remedo del partido que alguna vez fue. Si ese es el PRI que irá a pedir el voto en 2027, su destino es obvio: no merece ganar nada. Un partido que se arrodilla ante su propia ruindad ya no compite, apenas sobrevive como advertencia.

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Imagen de un hombre hablando en un micrófono, presentando un informe, con un fondo que sugiere un evento político. Texto superpuesto que dice 'Se dice que EL INFORME DE LA FANTASÍA'.

El informe de la fantasía

El cuarto informe de Fernando “Pinocho” Flores confirmó que en Metepec gobierna un personaje que ya no administra un municipio, sino un relato. Disfrazó como logros lo que solo existe en su imaginación y presentó un mundo alternativo donde él reina en Fernandolandia, ese territorio donde las estadísticas estorban y la realidad se mide en propaganda. Mientras la calidad de vida del municipio se degrada y los servicios básicos retroceden, él se declara artífice de la excelencia. Su afirmación de que posee “la mejor policía del Estado de México” revela más su mitomanía que sus resultados; no hay dato que lo sostenga. Y como «dime con quién andas y te diré quién eres», sus invitados explicaron lo demás: Alito, César Camacho, Miguel Ángel Terrón. En un acto que debía rendir cuentas, Flores rindió ficción. El problema no es que mienta, es que ya no distingue entre lo que inventa y lo que gobierna.

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Imagen que presenta a un político sonriendo, con un fondo que sugiere un contexto institucional. Texto superpuesto que dice: 'Se dice que EL VALOR SIMBÓLICO DEL DESPIDO'. Se menciona una acción gubernamental que aborda conductas impropias.

El valor simbólico del despido

La salida de Ariel Juárez no fue un trámite, sino una señal política. Por primera vez en mucho tiempo, un gobierno estatal actuó con rapidez frente a una conducta impropia y envió un mensaje claro: ese tipo de comportamientos no se van a tolerar. La diferencia con el régimen anterior es contundente: antes se encubrían o se premiaban estos episodios; ahora, se sancionan. Sin glorificar a nadie, el gesto tiene valor simbólico real hacia dentro y hacia fuera. La autoridad entendió que la legitimidad también se construye con límites. Si esta línea se mantiene, el Edomex empezará a desmontar prácticas normalizadas por décadas; si no, quedará en un capítulo aislado.

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Imagen de un hombre hablando, con fondo gris y texto que dice 'Se dice que EL COSTO REAL DEL ESCÁNDALO' en la parte superior, y un resumen de su situación política en la parte inferior.

El costo real del escándalo

En esta historia, el personaje central es Wblester Santiago, diputado federal del PT por Metepec, cuya mala conducta pública le dejó un daño político menor frente al golpe que realmente pesa: el económico. Su curul seguirá intacta; no tendrá problemas legales ni parlamentarios. Pero donde sí se fractura su futuro es en el terreno que ha sido la fuente real de su poder: el empresarial. Sus constructoras, acostumbradas a operar con gobiernos locales y estatales, difícilmente volverán a ser contratadas por administraciones de la 4T en el Edomex. Ese es el golpe que duele: el que rompe relaciones, cierra puertas y evapora privilegios. En ese mundo, perder contratos es más grave que cualquier crítica pública. Eso, exactamente, es lo que acaba de perder.

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Imagen representativa de un análisis político sobre Alejandra del Moral, con un enfoque en su ambigüedad y situación actual en el gobierno.

El enigma del Moral

Descifrar a Alejandra del Moral es casi un ejercicio esotérico. Llegó al gobierno federal como quien recibe un salvoconducto y desde entonces vive bajo el resguardo de la generosidad presidencial, un estatus que exige lealtad y presencia estratégica. Aun así, sabiendo desde antes que el 7 de diciembre habría un cierre de filas en apoyo a Claudia Sheinbaum, decidió ausentarse, irse con su familia a Colombia y dejar un hueco político difícil de justificar. Antes, fue su aparición en Texcoco junto a Higinio Martínez; ahora, este desaire. No es autonomía ni ruptura clara: es una señal confusa. Del Moral opera como un acertijo que nadie dentro del proyecto sabe interpretar. Y, en política, demasiada ambigüedad suele terminar en irrelevancia.

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