En una conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las afirmaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) sobre el riesgo de un «retroceso democrático» en las próximas elecciones en México.
López Obrador, enfatizando la premisa de «por el bien de todos, primero la democracia», rechazó la percepción de la CEM, aunque expresó respeto por su punto de vista. «No estoy de acuerdo, pero lo respeto. Y tiene todo el derecho de manifestarse», declaró el presidente.
La CEM había señalado que las elecciones enfrentan desafíos significativos debido a problemas de inseguridad y migración en el país. Ante esto, el mandatario evitó polemizar y reconoció la validez de las preocupaciones: «Tiene razón en eso, porque no se puede cambiar esa realidad de la noche a la mañana después de siglos de opresión e injusticias».
«Hay buena relación con la iglesia católica»
En cuanto a la relación con la Iglesia católica y otras confesiones, López Obrador afirmó que su gobierno mantiene una excelente comunicación. «Llevamos muy buena relación con la iglesia católica y todas las Iglesias, y no vamos a polemizar con ellas. Somos libres», subrayó el presidente, descartando la posibilidad de conflictos y destacando la importancia de la convivencia pacífica.
El mandatario opinó que en las pasadas administraciones mexicanas, no existía una verdadera democracia, sino una fachada liderada por una oligarquía. «Estamos iniciando una vida nueva en democracia», concluyó López Obrador, enfocando su administración en consolidar los principios democráticos en México.
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