Los desplazados

La imagen de un niño Sirio ahogado en el intento de su familia por llegar a Europa, ha despertado, un poco, la conciencia sobre la creciente disparidad que envuelve al mundo. Disparidad por la que cada vez sean más quienes pretenden salir de las condiciones de pobreza e inseguridad que los agobian en diferentes partes del mundo. El legendario mar mediterráneo  y el mar del norte en Europa,  las fronteras sur y norte de México, son algunos de los escenarios del drama donde multitudes de pobres, arriesgan la vida en búsqueda de  un mínimo de condiciones para vivir. En el
septiembre 6, 2015

La imagen de un niño Sirio ahogado en el intento de su familia por llegar a Europa, ha despertado, un poco, la conciencia sobre la creciente disparidad que envuelve al mundo.

Disparidad por la que cada vez sean más quienes pretenden salir de las condiciones de pobreza e inseguridad que los agobian en diferentes partes del mundo.

El legendario mar mediterráneo  y el mar del norte en Europa,  las fronteras sur y norte de México, son algunos de los escenarios del drama donde multitudes de pobres, arriesgan la vida en búsqueda de  un mínimo de condiciones para vivir.

En el caso de los refugiados sirios, la mayoría huye de la guerra que ya lleva varios años.

Tanto los que huyen de la guerra y sus atrocidades como los que lo hacen de la miseria y el crimen de sus países, generan situaciones controvertidas o contradictorias.

Por una parte se podría decir que, en abstracto, todos o casi todos estamos de acuerdo en que debe haber condiciones mínimas de salud, trabajo, alimentación, educación para todo mundo y que se debe atender a todos aquellos que las buscan.

Pero el problema se presenta cuando esos migrantes  empiezan a tocar la puerta donde viven otros y pretenden acomodarse en sus ciudades.

Porque entonces nos sentimos invadidos, molestados y hasta robados en el bienestar, poco o mucho, que ya fue creado.

Porque el migrante, la mayoría de las veces, no repara en que esas comodidades que ahora pretende disfrutar fueron construidas bajo un conjunto de reglas, las cuales casi nunca conoce ni respeta.

Y así se presenta un fuerte rechazo que se manifiesta de manera clara en los países desarrollados del norte europeo y en nuestro caso, de los USA. 

Allá y acá con barreras, deportaciones masivas y en nuestra frontera norte con la muralla que amenaza ampliar y reforzar el sr. Trump.

Pero lo que no se dice es que los desarrollados lo están, en buena medida, por el flujo de recursos desde los menos desarrollados. 

Hace poco nos preguntábamos cuál será el monto de dinero que llega desde todo el mundo al edificio de la Coca Cola en la quinta avenida de New York.  O a Windows, Apple, Ford, usted diga. 

Así que el problema de migrantes pobres,  internos o externos, se está agravando por el modelo económico imperante en el mundo.

Mientras no haya mayor equidad económica seguirá creciendo el número de los que saldrán a buscar cómo salir de la pobreza. 

Pero no se crea que los dueños del dinero no tienen soluciones. 

Apenas hace unos días el sr. Slim recomendó que se formen zonas para desplazados, algo así como campos de concentración, aunque los llamó irónicamente santuarios. Antes, dijo, de que lleguen a otros países.  

Me imagino que dirá que se haga cualquier cosa con ellos, pero que no lo vengan a importunar.   

Quizá la solución sea como lo que pasa aquí en Toluca, donde se autorizan fraccionamientos por todo el valle, donde llega gente de muy diversos lugares del país. 

Nos percatamos de ello cuando las filas de carros son interminables, las escuelas están saturadas, escasea el suministro de agua, aumenta la criminalidad.

Y aquí nadie ha propuesto que se cree una zona especial para los nuevos habitantes. 

Por el contrario, algunos de ellos hasta ocupan altos cargos en el gobierno.

PS:  A propósito del informe, recordé que el escritor José Agustín escribió tres tomos de una obra que denominó Tragicomedia Mexicana cuyo tema era ese folclorismo de la clase política mexicana con sus poses, sus promesas, sus fracasos, su ridiculez. Abarcó dicha obra hasta el gobierno de Salinas si mal no me acuerdo. Cabe esperar que ya esté trabajando con el abundante material del actual. 

Síguenos

PUBLICIDAD

BOLETÍN

Únete a nuestra lista de correo

Como tú, odiamos el spam