Delfina Álvarez y Alejandra del Moral ya se midieron alguna vez en la arena electoral y Delfina arrolló con una ventaja de 2 a 1 a Alejandra; fue en las elecciones para el senado de 2018. La fórmula de Delfina Gómez e Higinio Martínez con la alianza Morena-PT-PES logró 3 millones 842 mil 212 votos. El segundo lugar correspondió a la alianza PRD-PAN-MC, con la mancuerna de Juan Zepeda y María Fernanda Rivera, con un millón 891 mil 671 votos. El tercero, y último lugar, fue para la dupla de César Camacho y Alejandra del Moral, con un millón 944 mil 697 votos. Alfredo del Mazo ya gobernaba entonces el Estado de México. Por supuesto que Delfina e Higinio se beneficiaron del arrastre del lopezobradorismo y el malestar social por los abusos del peñismo. El escenario del 2023 será distinto, pero no mucho.
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Extrañamente –ella podría argumentar que estratégicamente– Ana Lilia ha guardado silencio y se ha negado a felicitar públicamente –como acto elemental de cortesía política entre compañeras– a Alejandra del Moral, tanto como se ha guardado clarificar si son ciertos o falsos los señalamientos de su presunta reunión con Delfina y los supuestos contactos con MC para explorar presentarse como su candidata. El tiempo pasa y la especulación crece. Quizá ese sea el diseño. De aquella foto de julio “juntas por siempre” en la boda de Alejandra, publicada en Twitter, parece que nada queda.
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Los exgobernadores tienen mucho que perder si el PRI es derrotado en 2023. Baranda, Chuayffet, Camacho, Montiel, Eruviel y hasta Peña son grandes beneficiarios del régimen; sus privilegios son enormes. La relación personal entre ellos no existe realmente, pero políticamente han logrado articularse en la emergencia. Su peso electoral es simbólico, juntos no representan ni el 2 por ciento de los votos, pero su mensaje político es muy poderoso. La primera condición de no dividirse la han cumplido.
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Enrique Peña mantiene una enorme influencia en las decisiones políticas del PRI. Su autoexilio en España no ha sido obstáculo para hacerse sentir y ser escuchado. Su voz fue muy importante para perfilar a Alejandra como candidata.
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Aunque no se ha podido corroborar, en la conversación política se habla con soltura y detalles sobre el supuesto encuentro personal entre el gobernador Alfredo Del Mazo y el expresidente Peña durante la reciente gira del gobernador por Europa. Allí quizá se resolvió elegir a Alejandra y activar de inmediato la movilización política para acortar la ventaja que les llevan Delfina y Morena. ¿Será?