Como magistrado, Héctor Macedo logró construir excelentes relaciones políticas y personales

Héctor Macedo puede ser el puente entre el viejo y el nuevo Poder Judicial mexiquense; mientras tanto, campañas judiciales, carencias en municipios pobres y farsas políticas evidencian que en el Estado de México nada es tan claro como parece
mayo 7, 2025

En su paso como magistrado, Héctor Macedo logró construir excelentes relaciones políticas y personales con muchos de los integrantes del pleno del Tribunal Superior de Justicia que siguen allí. Esa quizá sea una de sus mayores ventajas ahora que busca en el concurso de las urnas la presidencia. Héctor puede ser el gozne entre el anterior y el nuevo del Poder Judicial del Estado de México. Es algo así como la crisálida. 

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A propósito de la elección judicial extraordinaria en la que habrán de elegirse 91 cargos, las campañas de los candidatos son muy parecidas, casi idénticas, a las jornadas políticas tradicionales. No importa lo que ofrezcan o prometan aquellos que quieren, ser jueces o magistrados, lo que cuenta, lo que los define es su pasado. Valorarlos por lo que ya hicieron, no por lo dicen que harán. 

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Los municipios con los mayores porcentajes de población en pobreza: San José del Rincón, Ixtapan del Oro, Santo Tomás, Donato Guerra, Tlatlaya, Temascaltepec, Sultepec, Otzoloapan, Texcaltitlán y Amanalco, a ellos les falta tanto amor o más que a los 10 municipios del Plan Integral de Oriente. El gobierno federal y estatal deberían considerarlo, no son tantos votantes, pero sus necesidades son igual de importantes. 

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En política nada es lo que parece. Hay que tomar como tiento los cuentos de las rupturas entre astillas del mismo palo. La simulación es para ellos un arte que dominan con maestría. Hay veces que ganan simulando un pleito a que se les perciba como unidos y leales. El tiempo desenmascara a los histriones. Una mentira nunca deja de ser mentira.

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En la integración de la LIII Legislatura del Estado de México, la primera en la que el PRI no tuvo la mayoría que cruzó los gobiernos de César Camacho al de Arturo Montiel de 1996 al 2000, están las respuestas a muchas de las preguntas que se plantean como inexplicables en la actualidad. Origen es destino. El que tenga dudas… que se asome.    

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