Vecinos de la comunidad de Santiago Yeche, en el municipio mexiquense de Jocotitlán, denunciaron la operación de una mina de grava en el cerro que abastece a dos manantiales de la zona. Uno de ellos, conocido como Las Fuentes, surte de agua a al menos diez comunidades, pero su caudal ha disminuido notablemente desde que comenzó la actividad minera, aseguran locatarios.
Una de las vecinas explicó que la empresa —identificada por los pobladores como Grupo HYCSA— inició operaciones el año pasado, dedicada a triturar arena y grava. Desde entonces, han notado una reducción en el suministro de agua, la cual llega sucia y representa su única fuente para consumo y actividades domésticas. A pesar de haber sostenido reuniones con autoridades municipales y representantes de la empresa, los vecinos aseguran que no han obtenido respuestas claras. “Dicen que la empresa tiene todos los permisos, pero el agua ya no llega igual y está contaminada”, sostuvo la denunciante.
Exigen suspensión y transparencia en estudios
La comunidad también ha manifestado preocupación por la inestabilidad del suelo. Relataron que el 14 de febrero, maquinaria utilizada en la excavación se hundió, aunque las autoridades atribuyeron el incidente a las lluvias. Sin embargo, los vecinos aseguran que en esa fecha no se registraron precipitaciones.
En una segunda reunión, convocada por los propios vecinos, se presentó un equipo de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Según videos compartidos por los asistentes, los ingenieros fueron contratados por la empresa y por representantes ejidales. Los técnicos no entregaron documentos oficiales que indicará que pertenecen a dicha institución ni alguna solicitud al municipio de que hayan realizado algún estudio en la zona, aseguraron los vecinos. La tensión impidió que el dictamen fuera presentado.
Más tarde, en entrevista para La Fiera Mx, los ingenieros declararon que el estudio fue “muy completo” y atribuyeron el conflicto a un “desconocimiento técnico” por parte de los habitantes.
Pese a la inconformidad, los vecinos señalaron que los dueños de la mina afirmaron que los trabajos continuarán porque “el terreno es de su propiedad”.
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