La segunda marcha relacionada con la Generación Z, realizada el 20 de noviembre, contó con pocos asistentes y no tuvo réplica en el Estado de México, a diferencia de la ocurrida el 15 de noviembre. De acuerdo con diversos medios periodísticos, en la movilización realizada en la Ciudad de México participaron principalmente adultos y personas de la tercera edad que se autodenominaron “los padres de la Generación Z”.
Ante esto, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la poca asistencia fue “porque se estuvo informando» acerca de quiénes están detrás de la marcha. Además, sentenció que “nunca se va a perseguir a nadie” por sus ideas políticas ni por lo que dicen.
Marcha del 20 de noviembre
Desde la mega marcha ocurrida el 15 de noviembre, en redes sociales se convocó otra manifestación en la CDMX. Esta avanzó del Ángel de Independencia hasta la esquina de 5 de Mayo y Palma. Bajo el nombre de Generación Z y la bandera de One Piece, asistieron, en su mayoría, adultos y personas de la tercera edad, quienes compartieron que estaban cansados de la inseguridad en el país.
Ese mismo día, se realizó el desfile conmemorativo por el 115 aniversario de la Revolución, en las calles del Centro Histórico. Estuvo encabezado por la presidenta Sheinbaum.
De acuerdo con El Universal, asistieron más de 150 personas a la marcha. Elementos de la Secretaría de Seguridad bloquearon el paso de los manifestantes para evitar un confrontamiento con las más de 20 000 personas que asistieron al Desfile Cívico-Militar. Por lo que les solicitaron que se esperaran dos horas o se retiraran.
Sin embargo, los protestantes catalogaron eso como “represión y violación a su derecho a la libre manifestación”.
Pese a la cercanía del Edomex con la CDMX y a su población de 18 millones, en municipios gobernados por la oposición —como Coacalco (PAN-PRI-PRD-NA)— tampoco hubo convocatoria. Así mismo, tampoco se realizó ninguna actividad relacionada con la marcha del 20 de noviembre.
Marcha del 15 de noviembre
El pasado 15 de noviembre se realizó una marcha de la llamada Generación Z. En esta, asistieron alrededor de 17 000 personas jóvenes y adultas, de acuerdo con Milenio. En la movilización destacó la presencia de la bandera del anime One Piece, que varios manifestantes portaron como símbolo identitario.
Cuando llegaron al Palacio Nacional, se produjo un enfrentamiento violento entre manifestantes y policías, lo que terminó en 120 heridos
—en su mayoría policías— y 29 detenidos. Entre los delitos estaban por tentativa de homicidios, robo, resistencia de particulares, lesiones en distintos grados y vandalismo, de acuerdo con El País.
En el Edomex, también se realizó una marcha el 15 de noviembre para exigir justicia para Carlos Manzo. En esta movilización, se escuchaban consignas como “Fuera Morena”, pese a que la convocatoria original buscaba ser una movilización apartidista.
Entre las peticiones de los asistentes en ambas manifestaciones estaba la revocación de la presidenta y más seguridad —después del asesinato del presidente municipal de Uruapan.
Aunque la nueva alcaldesa y esposa de Carlos Manzo, Grecia Quiroz, se deslindó de la marcha. También afirmó que dio un voto de confianza al gobierno de Claudia Sheinbaum.
La oposición detrás de todo
Sin embargo, diversos medios de comunicación y jóvenes influencers constataron que la marcha estaba relacionada con partidos de oposición. Aseguraron que buscaban aprovecharse del movimiento juvenil para imponer una ideología conservadora y de derecha.
Además, durante La Mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, se encontró que las cuentas que convocaron esta manifestación estaban vinculadas con la agencia digital Atlas Network, perteneciente a Salinas León, familiar de Ricardo Salinas Pliego.
Esto ocurre en un contexto en el que Salinas Pliego perdió siete amparos que lo obligan a cubrir más de 40 000 millones de pesos, parte de una deuda fiscal que asciende a 74 000 millones de pesos por evasión de impuestos en México. El empresario ha sostenido que se trata de una “persecución política” por parte del Gobierno federal.
El movimiento de la Generación Z funcionó en otros países como Nepal, Indonesia, Perú y Filipinas para que los jóvenes exigieran sus derechos, soluciones en contra de la corrupción, la precariedad y la falta de empleo. En México, este movimiento se ha desvirtuado para darle presencia a la derecha opositora.
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