Cerca 50 pensionados y pensionistas del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) marcharon por calles de Toluca para exigir a las autoridades abasto suficiente de medicamentos; así como citas con médicos especialistas. Este servicio ha sido insuficiente desde –al menos– seis meses.
“Somos dignos de tener medicamento, ya que nosotros sí estamos colaborando con nuestros descuentos cada quincena. A estas alturas de la vida tenemos muchos achaques y enfermedades. Ya no podemos pagar un médico especialista tampoco el medicamento ya que está muy caro” ; dijo Lucila Gil, profesora de educación preescolar.
De nueva cuenta, derechohabientes del ISSEMyM salen a las calles. / Fotos: Claudia García
Señalaron que los descuentos de nómina por el servicio médico a través del ISSEMyM van de los 300 a los mil 500 pesos. Esta cantidad, afirmaron, no se suspende aun, cuando el servicio no es brindado.
“Queremos que sean conscientes porque más tarde van a necesitar o estar en nuestro lugar. No hay medicamento para las diferentes enfermedades, incluso con especialidad les pedimos que nos den estos medicamentos puesto que nos están descontando cada quincena”, expresó Margarita Vilchis, profesora.
La manifestación se trasladó hasta la Cámara de Diputados. Ahí una comisión de pensionados y pensionistas se entrevistó con el encargado de la Comisión de Salud quien les ofreció una mesa de diálogo.
Adultos mayores exigen que se cumpla la Ley. / Fotos: Claudia García
Después de varios minutos, se trasladaron hasta las oficinas de la Secretaría de Gobernación para mantener otra reunión y lograr llegar a un acuerdo.
Conflicto en el ISSEMyM
Detrás de la crisis financieros del ISSEMyM se encuentran desfalcos orquestados por políticos priistas. Estas operaciones comenzaron en 1999, cuando Arturo Montiel gobernaba la entidad, pero se agravaron durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Un reportaje de la periodista Teresa Montaño, publicado en The Observer, sostiene que las cuentas públicas de 2008 a 2012 muestran “un patrón sistemático” que consiste en “la desaparición de partidas completas en ejercicios anuales, o arriesgados movimientos financieros, que terminaron por pulverizar su patrimonio [del ISSEMyM], controlado desde entonces, por directores cercanos al Grupo Atlacomulco” [sic].
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