El dilema de los electores mexiquenses es que deben elegir entre dos opciones políticas estándar, cuando lo que necesita el Estado de México para resolver sus problemas es de una estadista de brillantez excepcional. No se trata de la persona de las candidatas, ni de su voluntad real de cambio, es más complicado y profundo, es de razón estructural.
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José Beker, de BESO by LLyc, es el creativo de la comunicación política de Alejandra del Moral. Los mensajes que vemos y escuchamos en redes sociales, espectaculares, publicidad móvil, radio, tv y prensa son en buena medida de su autoría. El contrato de la empresa es muy jugoso, hasta ahora ha cobrado casi un millón dólares, pero será mucho más, quizá 5 millones, al término de las campañas. El dinero también juega.
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Marco Levario es un odiador de tiempo completo de la 4T, Morena y AMLO, que ha agregado a su lista de blancos a Delfina Gómez. La ataca sistemáticamente con medias verdades o mentiras completas. Es obvio que no le importa la verdad, sino infligir daño político. Es tan obvio lo que hace, que muy pocos lo toman en serio; es una vergüenza.
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Las encuestas más recientes, cuyos resultados se harán públicos en los días siguientes, muestran un sorprendente avance de la candidata de la alianza encabezada por el PRI. El crecimiento de Alejandra del Moral en las preferencias electorales después de la primera semana de campaña es consistente en todos los resultados. La fábula de La Liebre y la Tortuga está vigente.
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Faltan 54 días para las elecciones y más de la mitad de los ciudadanos no saben ni qué día serán las votaciones. La autoridad electoral no ha hecho bien el trabajo de difusión, es claro. Esos malos resultados, para muchos, no son casuales, sino deliberados. La desconfianza es el signo de los procesos y, parece, no existe la menor intención de modificarlo.