¡Orgullo mexiquense! Cómo Margarita Hernández trazó su propio destino hasta las olimpiadas

Margarita nos invita a conocer no solo a la corredora que representó a México, sino también a la mujer
diciembre 6, 2024

“No sabía en qué me estaba metiendo, pero vi una oportunidad”, recuerda Margarita Hernández al hablar de aquella primera carrera a los 19 años que cambió el rumbo de su vida. En ese momento, el deporte pasó de ser un simple pasatiempo a convertirse en su mayor pasión y, eventualmente, en su camino hacia los Juegos Olímpicos. Con esta charla, Margarita nos invita a conocer no solo a la corredora que ha representado a México en la justa deportiva más importante del mundo, sino también a la mujer, madre y profesional incansable que hay detrás del uniforme.

A manera de prólogo y anécdota (Nos equivocamos de casa)

Margarita es, sin lugar a dudas, una referencia del deporte en nuestra entidad. Después de varias gestiones, mensajes y ajustes de agenda, logramos coordinar una entrevista a su regreso de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Al llegar a la ubicación a la que nos llevó el GPS, le envié una foto de la fachada a Margarita por WhatsApp, y ella respondió con un “Adelante, salgo”. Supusimos que nos invitaba a pasar y no dudamos en entrar cuando nos abrieron la puerta. Al entrar, un vecino confundido nos preguntó a quién buscábamos. «A Margarita», respondimos. “No, aquí no vive”, aclaró. Volvimos al auto y ahí, en la casa contigua, ya nos esperaba Margarita y entre risas, comenzamos la entrevista.

Margarita Hernández

La gran decisión

En 2001, Margarita termino la carrera en Derecho y enfrentó una de las decisiones más difíciles de su vida: seguir el camino hacia su sueño profesional y entrar al Tribunal Superior de Justicia, o enfocarse en el ciclo  olímpico y dedicarse de lleno a su carrera deportiva. “Trabajar, puedo trabajar toda la vida, pero ser atleta de alto rendimiento tiene un espacio de vida muy corto”, reflexionó. Eligió el deporte. Y aunque esta elección estuvo llena de sacrificios, la convirtió en la atleta que es hoy.

El camino no fue fácil. Como deportista de alto rendimiento, Margarita aprendió a equilibrar cuerpo y mente, desarrollando no solo la capacidad física, sino también una fuerza psicológica y espiritual.

“No siempre hay ganas de entrenar, no siempre hay motivación ni fuerza física. Sin embargo, el atleta de alto rendimiento tiene la convicción de marcar la diferencia”.

Esa determinación la mantuvo firme incluso en los momentos más difíciles de su vida.

Margarita Hernández

Momentos de quiebre

A lo largo de su carrera, Margarita Hernández ha enfrentado múltiples momentos que casi la obligaron a abandonar el atletismo. El primero llegó con la lesión más grave de su trayectoria: la ruptura de un tendón. El dolor fue tan intenso que casi la deja fuera de las pistas, pero encontró en ese desafío la fuerza para superar sus límites. 

La segunda prueba fue más personal y emotiva: el nacimiento de su hijo en 2013. Apenas dos meses después de dar a luz, decidió concentrarse durante 30 días en un campamento en el Centro Ceremonial Otomí para retomar sus entrenamientos. Recuerda cómo lloraba todos los días al estar lejos de su bebé, pero ese sacrificio rindió frutos cuando regresó a las competencias y conquistó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos.

Sin embargo, el golpe más devastador llegó en diciembre de 2021, cuando su esposo falleció. Fue entonces cuando pensó que todo había terminado. En esos días oscuros, la voz de su hijo Maximiliano fue el faro que la sacó adelante: “Mamá, tú me has enseñado que lo que se empieza, se termina, y tú no has terminado lo que quieres. Yo te quiero ver en los Juegos Olímpicos”. Esas palabras despertaron en Margarita el deseo de continuar, y la impulsaron a embarcarse en un nuevo ciclo olímpico que culminó con su participación en París 2024.

Cada carrera, una encomienda

Margarita recuerda sus primeros Juegos Olímpicos en Río 2016 como una experiencia emocionante, como todo lo que se hace por primera vez, pero también difícil y exigente por las condiciones climáticas. Esta experiencia no la derrumbó, al contrario, dejó en ella una “espinita” que por la pandemia no se pudo sacar en Tokio 2020. Fue hasta París 2024, a sus 38 años, que pudo repetir en la máxima justa deportiva. 

Esta vez la experiencia fue diferente: “París ha sido el maratón más bonito que he corrido”, confiesa. La ciudad y las circunstancias hicieron que su regreso fuera aún más significativo. “Estar en unos Juegos Olímpicos siempre será un gran orgullo y motivación como mujer, persona, atleta, madre y amiga, porque llevo muchas encomiendas detrás de mí”, asegura.

Margarita Hernández

El camino correcto

Margarita Hernández creció en el seno de una familia que valora el esfuerzo. Tiene seis hermanos y, aunque a veces las cosas eran difíciles económicamente, nunca sintió que le faltara algo. “Alguna vez me preguntaron si había tenido carencias y a mí me daba risa, porque yo en esos momentos no me daba cuenta. Tenía casa, familia, hermanos, comida y escuela”, recuerda con una sonrisa. Hoy, al hablar con las nuevas generaciones, les aconseja que trabajen por sus sueños y que tengan objetivos claros, porque cuando sabes a dónde quieres llegar, es más fácil encontrar el camino correcto.

Actualmente, Margarita combina su carrera deportiva con su trabajo en la Universidad Autónoma del Estado de México, en un área administrativa de la Dirección de Deportes, y sigue desarrollándose académicamente, demostrando que el esfuerzo y la dedicación no solo la definen como atleta, sino como persona.

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