La maternidad en prisión es una de las realidades más invisibilizadas del sistema penitenciario. En el Estado de México, las mujeres que cumplen condena enfrentan desafíos que van más allá de la privación de la libertad. Estos son: la separación forzada de sus hijos, la falta de condiciones dignas para criarlos en y desde prisión, y la incertidumbre sobre su futuro tras la reclusión.
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En la investigación «Mujeres que maternan en y desde prisión: estrategias de atención con perspectiva de género» la Dra. Dulce Rocio Reyes Gutiérrez en el congreso ALAS 2024, en República Dominicana, documenta la transformación de la vida cotidiana de estas mujeres. También analiza los efectos emocionales de maternar en un contexto de privación de libertad.
El estudio, basado en trabajo de campo realizado desde junio de 2023 en el penal de Santiaguito, Estado de México. Este destaca cómo el sistema penitenciario está diseñado sin considerar las necesidades específicas de las mujeres que cumplen condena siendo madres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), hasta 2021, el 5.7% de la población carcelaria en México eran mujeres. En el Estado de México, 2,100 mujeres se encontraban privadas de la libertad, y de ellas, el 67.8% tenía hijos menores de edad. Al menos el 5.8% de ellas reportó que sus hijos vivían con ellas dentro del centro penitenciario.
El impacto de esta realidad va más allá de las rejas. Según un diagnóstico realizado por la Cátedra de Investigación: Infancias con Referentes de Crianza en Prisión, una iniciativa del Poder Judicial del Estado de México y la Universidad Autónoma del Estado de México, en el 35.7% de los casos, los hijos presenciaron la detención de sus madres, un hecho que marca profundamente su desarrollo emocional. Además, el 74.7% de las mujeres en prisión tiene hijos viviendo fuera del penal, la mayoría bajo el cuidado de abuelos (42.5%), familiares cercanos (25.1%) o los propios padres (16.9%).
Emociones al maternar en prisión
Maternar en prisión es un proceso lleno de contrastes. De acuerdo a la investigación de la Dra. Dulce Reyes, para muchas mujeres, la culpa y la tristeza son emociones constantes, ya sea por haber quedado separadas de sus hijos o por criarlos en un entorno hostil y limitado.
La angustia por el bienestar de los niños fuera de la cárcel se mezcla con la esperanza de recuperar el tiempo perdido. Aquellas que tienen la oportunidad de convivir con sus hijos dentro del penal describen sentimientos de alivio, pero también de impotencia, al no poder ofrecerles una infancia plena. En este contexto, la maternidad se convierte en un ejercicio de resistencia.
El derecho a la maternidad
En México, las mujeres privadas de la libertad tienen derecho a la maternidad de acuerdo con el artículo 10 de la Ley Nacional de Ejecución Penal. Esta normativa establece que pueden conservar la guardia y custodia de sus hijos hasta los tres años de edad, recibir atención médica y una alimentación adecuada para las infancias, así como contar con instalaciones propicias para la crianza dentro de los centros penitenciarios. Todo ello con el objetivo de garantizar en todo momento el interés superior de la niñez.
Este apartado sobre maternidad dentro de la ley es resultado de un largo proceso impulsado por la organización Reinserta. En 2016, la organización trabajó con actores políticos para visibilizar la urgencia de atender la situación de las infancias que nacen y crecen en prisión. Como resultado de estas gestiones, se promovió una modificación legal que llevó a la creación del Apartado de Maternidad dentro de la Ley Nacional de Ejecución Penal, el cual entró en vigor en noviembre de 2018. Este avance representó el reconocimiento formal de los derechos de niñas y niños que viven en centros penitenciarios, así como el compromiso de desarrollar estrategias para mejorar sus condiciones de vida.
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No obstante, la Cátedra de investigación: Infancias con Referentes de Crianza en Prisión, revela que la realidad dista mucho de lo que dicta la ley. Este estudio destaca que las condiciones dentro de los centros penitenciarios no siempre garantizan el bienestar de los niños y niñas que crecen en prisión ni el derecho de sus madres a una crianza digna.
Además, el diagnóstico señala que la falta de datos oficiales sobre la situación de los hijos de las mujeres privadas de la libertad agrava su vulnerabilidad. Se estima que muchas de estas infancias enfrentan exclusión social, violencia estructural y discriminación, lo que refuerza un ciclo de desigualdad que los afecta incluso después de salir de prisión.
Condiciones en Santiaguito
En 2021, se inauguró la bebeteca en el penal de Santiaguito, un espacio diseñado para ofrecer estimulación temprana a las infancias y brindar a las madres talleres sobre crianza positiva, enfocados en fortalecer el desarrollo motriz, cognitivo y del lenguaje. Esta iniciativa fue posible gracias al apoyo de la asociación civil Reinserta.
Sin embargo, fuera de la bebeteca, las madres enfrentan condiciones adversas, como dormir con sus hijos en camas de metal poco espaciosas, que no consideran la comodidad y el descanso de ambos, ni la diversidad de cuerpos de las mujeres privadas de la libertad.
Además, la crianza demanda tiempo y cuidado, lo que dificulta el acceso de estas madres a áreas de trabajo remunerado y talleres de recreación. Esta limitación puede generar escasez de insumos básicos y provocar un rezago en actividades fundamentales para su proceso de reinserción social.
Hacia una reforma penitenciaria con perspectiva de género
Entre las propuestas presentadas en el congreso ALAS 2024 y en el diagnóstico de la Cátedra de Investigación, destacan las siguientes acciones urgentes:
- Fortalecer la vinculación con asociaciones civiles.
- Mejorar la infraestructura y los protocolos de atención a niñas y niños que visitan a sus madres en prisión.
- Implementar programas de acompañamiento socioemocional y reinserción laboral postpenitenciaria.
- Promover el uso de tecnología para facilitar la comunicación para las mujeres que maternan desde prisión.
- Desarrollar políticas públicas de protección específicas para las infancias con referentes de crianza en prisión.
El debate sobre la maternidad en prisión sigue siendo marginal dentro de la agenda pública. Sin embargo, la investigación de la Dra. Reyes Gutiérrez y el diagnóstico de la Cátedra de Investigación: Infancias con Referentes de Crianza en Prisión ponen sobre la mesa una cuestión urgente: ¿Cómo garantiza el sistema penitenciario en México la reinserción de las mujeres y el derecho de sus hijos a una crianza digna?
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