“Mi administración no tiene nada que esconder”, rector Barrera Baca

En el Conversatorio de AD señaló que el amparo que se promovió no fue contra de la designación de Victorino Barrios como contralor, sino contra la convocatoria que carecía de la normatividad

“Ni escondo nada, ni encubro a nadie”, afirmó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca, al referirse a su reciente negativa de permitir que tomara posesión de su cargo el titular del Órgano de Control Interno de la UAEMex, Victorino Barrios Dávalos, nombrado por unanimidad por la Legislatura mexiquense.

En el Conversatorio de AD aseguró: “no tenemos nada que esconder. Esta administración no tiene nada que esconder. Estoy a favor de que si hay alguna persona responsable de algún comportamiento ilícito pague conforme a la sanción que le determinen los órganos de fiscalización o judicial”.

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Al respecto, destacó que esta casa de estudios es la universidad más auditada del país, ya que se le aplican tres auditorías “importantes, formales, objetivas y rigurosas: la del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) así como auditorías externas, ente otras.

En las últimas auditorías estatales y federales, al menos durante esta administración, no hemos tenido observaciones delicadas, ninguna; las observaciones son por mejorar nuestra contabilidad, pero no hay vacíos, no hay ausencias, no hay desvíos.”

Afirmó entonces que la universidad cumple con sus compromisos de transparencia y bien, “lo está haciendo bien”.

El amparo y las diferencias con la Legislatura del Edomex

Barrera Baca reconoció que sí hubo diferencias con el Poder Legislativo de la entidad –específicamente con el presidente de la Junta de Coordinación Política, Maurilio Hernández– porque cada uno quería defender lo que consideraba que era lo correcto. Al final, admitió que tuvo que ceder para llegar a una solución a este conflicto.

“Yo creo que lo que exarceba un poco esa distancia, esa diferencia, pueden ser las personalidades o las formas en que uno asume su responsabilidad o su autoridad. En el caso del Poder Legislativo, ellos se pronunciaron porque habían tomado ya una determinación que querían hacerla valer; y nosotros la aceptamos desde un principio”.

Agregó: “no estamos en contra del Sistema Anticorrupción, no estamos en contra de la designación del Dr. Victorino Barrios, solo solicitábamos que se desarrollara esta normatividad que le diera mayor claridad a la nueva función que va a desempeñar”.

En ese contexto, el rector consideró como normal que se presenten esos tema de controversia, ya que el país está en proceso de construir su andamiaje de leyes, como en el caso de los sistemas anticorrupción del estado y la federación, a los cuales les falta todavía mucha normatividad: “entonces estos espacios, estos vacíos que dan pie a cierta disputa, a cierta controversia, son hasta cierto punto natural”.

En el Conversatorio de AD explicó porqué para la Rectoría de la UAEMex era importante que se reformara primero la Ley de la Universidad, específicamente los artículos 24 y 39, antes de Barrios Dávalos asumiera formalmente el cargo de contralor, ya que primero se tenía que precisar sus funciones.

Desde 2005, la Contraloría –de la universidad– tiene funciones que rebasan estas atribuciones que se le dan desde el Sistema Estatal Anticorrupción. Por ejemplo: la Contraloría tiene funciones para vigilar, evaluar y controlar aspectos administrativos, patrimoniales y presupuestales o de desempeño institucional”.

Entonces, dijo, se tendría que modificar la ley para retirar esas funciones que actualmente tiene la Contraloría de la UAEMex y que las asumiera otra dependencia de esta casa de estudios, a fin de dejar a la Contraloría acotada a las funciones que le confiere la ley a través del Sistema Estatal Anticorrupción

En cuanto al amparo que interpuso en este caso (el segundo durante todo el proceso) señaló que este se refiere al vacío de normatividad y a la solicitud de contar con esas reformas necesarias.

“El amparo no es en contra de la designación, es exigiendo las reformas a la ley segundaria, la Ley de la UAEM, los artículos 24 y 39. Es el paso esencial, porque de allí se desprenden las reformas al estatuto universitario y las adecuaciones al reglamento de la función administrativa de la universidad”.

Insistió que dicho amparo no se promovió en contra de la designación de Victorino Barrios, sino que es en contra de una convocatoria que carecía de la normatividad que la sustentara, es decir de las reformas a la Ley.