En los límites del Estado de México y Michoacán se ubica el santuario de hibernación de las mariposas monarca cuya población, hace aproximadamente cinco años, disminuyó considerablemente; hoy, según el estudio “Superficie forestal ocupada por las colonias de hibernación de la mariposa monarca en México durante diciembre de 2017”, de E. Rendón-Salinas y otros autores, muestra una ligera recuperación, pero también se ha observado cierto desplazamiento de esta especie hacia zonas más cercanas al volcán Xinantécatl, fuera de la reserva, en los ejidos de Francisco Oxtotilpan, San Antonio Albarranes y San Mateo Almomoloa.
Anualmente, la mariposa monarca viaja aproximadamente 3000 km desde su hábitat de verano a través de diversas rutas migratorias; a principios de noviembre, las monarcas se acercan a los sitios de hibernación, desde Bosencheve, El Oro, Amealco, Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Angangueo, Ocampo, Maravatío y otras localidades mexiquenses y michoacanas
Este desplazamiento, explicó Octavio Monroy-Vilchis, investigador y coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México, puede deberse a varias razones, tal como que las condiciones de los bosques son mejores o que los sitios donde antes llegaban sean menores, no obstante, aclaró, esto no significa que el número de mariposas sea mayor.
El desplazamiento de la mariposa, mencionó Monroy-Vilchis, genera interrogantes que bien pueden ser objeto de investigación para explicar su variación, tanto en el contexto local como el general; actualmente, en el Cicba, existe una trabajo de investigación relacionado con esta especie en la que se evalúan los porcentajes de natalidad en cultivo de plantas ornamentales que llevan a cabo habitantes de Valle de Bravo, un trabajo relacionado con el manejo de agroquímicos y su relación con la natalidad de las monarca.
Foto: Ibiza Chedid 
Foto: Ibiza Chedid 
Foto: Ibiza Chedid 
Foto: Ibiza Chedid 
Foto: Ibiza Chedid 
Foto: Ibiza Chedid
En la conservación de cualquier bien natural, mencionó Monroy, es importante involucrar a las personas en general y a las que habitan el sitio, por lo que es importante que los académicos y las dependencias gubernamentales volteen a las comunidades para dar opciones y alternativas de bienestar.
Para la conservación de la mariposa monarca se requiere un trabajo conjunto; desde la academia, la necesidad de informar acerca de los sitios claves donde llega, así como las implicaciones de cultivar la planta que la alimenta; la gente podría participar y evitar comprar madera de los árboles donde hibernan las mariposas; el sector gubernamental podría brindar los programas y funcionar como vínculo entre las comunidades y la academia.
No obstante, la preservación de las monarcas y las actividades económicas que su presencia desata tienen otras implicaciones, en la región existe proclividad a la tala clandestina, así como presencia de delincuencia organizada e, incluso, en algunas zonas se registra desplazamiento forzado por violencia.
El pasado 13 de enero, Homero Gómez González, administrador y defensor del santuario de la mariposa monarca El Campanario, ubicado en el ejido de El Rosario, municipio de Ocampo, fue reportado como desaparecido, a fin de mes su cuerpo fue encontrado en el fondo de un pozo con una herida en la cabeza, Homero ejercía una labor para frenar la tala, reforestar y atraer a los turistas para que visitaran la reserva donde las mariposas monarca hibernan y buscaba ingresos para los agricultores comunales propietarios de la tierra donde se ubica la reserva natural de la monarca.
La mariposa monarca y su cuidado, así como el desarrollo de actividades dependientes, tal como el turismo o la organización comunitaria son temas objeto de discusión y búsqueda de alternativas para resolver no sólo una situación de preservación sino de convivencia social y económica para todos aquellos involucrados con su existencia.